Para Soledad Aquino los últimos meses representaron un renacer. Hace casi un año la trasplantaron del hígado y se recuperó en tiempo récord luego del drama por el que pasó el clan Tinelli a lo largo del año pasado cuando se encontró al borde de la muerte.
“Todo empezó con una Hepatitis C, que mucha gente la tiene y le digo que se la curen ya. Cuando salí del sanatorio estaba completamente amarilla, ese fue el síntoma que sentí. El médico me dijo que me tenía que hacer un trasplante y sentí que me moría. Era una situación de miércoles con la pandemia. Soy muy terca porque me llevaron cuando me descompuse y ahí quedé durante un año”, contó.
“Es la primera vez que lo cuento: a veces me levanto a la mañana y estoy híper sensible. Cuando estas tan cerca de la muerte se abren umbrales distintos, por eso tengo cosas premonitorias. Es una sensación distinta de la vida, como dicen mis amigas yoguis”, confesó en diálogo con Ángel de Brito en “LAM”.
El deseo de Soledad Aquino
La ex mujer de Marcelo Tinelli dijo que su batalla “fue como una guerra todos los días, todo el tiempo” y relató un deseo que hasta el momento no pudo materializar: ponerse en contacto con el círculo íntimo del donante del órgano.
“Una mañana se me ocurrió escribirle una carta a esa familia que me donó el órgano. Muchos me dicen que no porque por ahí toco muchas sensibilidades, pero lo siento. No saben lo importante que fue para mi. Gracias a otra persona yo volví a vivir”, explicó.
En ese momento se metió en la charla Carolina Prat, la mujer de Guillermo Andino y la alentó a que lo haga: “Durante siete años hicimos un programa de solidaridad y tuvimos muchas notas con gente trasplantada. Esta duda que tenes vos de que no te animabas a escribirle a la familia… yo te diría que si. No sabes lo gratificante que es para la gente. A veces deciden no tener contacto, pero nosotros sentimos que era una bendición saber que del otro lado estaban agradecidos”.
“Yo lo sentí, te agradezco un montón eso. ‘Tengo que hacerlo’, me dije. Me recomendaron que pregunte en el INCUCAI. Yo se todo de él, que es un chico joven…. Pero mis amigas me recomendaron que no ahonde en el tema porque por ahí hacía mal en lugar de bien. Por eso me frené”, agregó.
“Lo que me gustaría decirles es gracias. Que estoy feliz, viva. Un montón de cosas poéticas, profundas. Algo corto, pero profundo”, le contó al conductor del ciclo de las noches de América TV.
