En los últimos días una nueva serie llegó a Netflix y y finalmente logró destronar a Bridgerton como la serie más vista de la plataforma de streaming. Se trata de la miniserie Anatomía de un escándalo, que narra los sucesos en la vida de un representante del Parlamento una vez que su ex amante lo denuncia por abuso.
La serie protagonizada por Sienna Miller, Michelle Dockery, Rupert Friend y Naomi Scott aborda un tema de gran actualidad como es el acoso y el abuso sexual en el ámbito político. Entre quienes disfrutaron la serie surgió la duda sobre si está basada en hechos reales.
Y, si bien no está basada totalmente en una historia real, existe una base real detrás del guión: es una adaptación de la novela homónima de Sarah Vaughan, quien antes de ser escritora trabajó como corresponsal política y fue redactora del diario The Guardian. La miniserie narra el juicio al parlamentario conservador británico James Whitehouse (Rupert Friend), quien ha sido acusado de violación por una investigadora de su equipo, Olivia Lytton (Naomi Scott).
Tanto la ficción como el libro tienen como referencia casos reales: el libro de Vaughn salió publicado en 2018 y fue una respuesta directa a una serie de acusaciones de conducta sexual inapropiada que hubo contra miembros del Parlamento británico, una de las consecuencias del movimiento #Me Too, iniciado en 2017.
En aquel momento, más de 50 miembros del parlamento británico fueron acusados de abuso o acoso sexual, aunque solamente un puñado de ellos fueron condenados. El Plan Independiente de Quejas registró alrededor de 70 denuncias.