Después del final de su conducción de “Sarasa” por La 100, programa que lideró las tardes durante años, Ronnie Arias se instaló definitivamente en Colonia, del otro lado del Río de la Plata. En una amplia chacra en donde tiene todas las comodidades y puede desarrollar actividades rurales, la pandemia de coronavirus lo encontró alejado de todo en ese espacio rodeado de naturaleza.
Lo cierto es que a principios del año pasado tuvo que enfrentar un duro momento cuando Silvina, su hermana, murió de un ataque cerebral. En medio del duelo, recibió una propuesta que lo dejó en shock: su sobrino, que ahora tiene 19 años, le pidió que lo adopte.
En la actualidad su vida se divide entre el vecino país y Buenos Aires, en donde integra el equipo de “Perros 2022” por FM Urbana Play, en donde contó cómo en detalles esta conmovedora historia.
Ronnie detalló que su hermana se había ido con su novio, un joven de 28 años, a conocer los lagos de la Patagonia. “Una mañana levanta su celular para sacarle una foto al cielo, y se le corta el circuito del cerebro: tuvo muerte cerebral instantánea. Me llama mi cuñado, un médico muy importante, y me dice que estaba internada con un derrame”, contó.
El momento en el que Juan le pidió a su tío ser adoptado
Más allá de la unión de hermanos, Ronnie y Sivina mantenían un contacto fluído porque vivían cerca. Salir a pasear o juntarse a comer era algo habitual para ellos.
“Cuando nos quedamos solos, Juan me preguntó ‘¿y ahora quién va a ser mi familia?’ Yo le dije ‘bueno, podés elegir. Podés ir con la abuela Mimi, con tus tías o con Pablo y conmigo’. Y él me dice: ‘Lo que yo quisiera es vivir con Pablo y con vos’”, relató en el programa.
Ante la atenta mirada de sus compañeros, recordó que cuando le hizo ese comentario “me fui a negro, fue rarísimo. Porque aparte, yo creo que siempre quise tener un hijo y no era una opción. Pablo era el que se quería casar y para mí no era una opción”.
La experiencia sobrenatural que vivió Ronnie Arias
El conductor destacó que tienen personalidades distintas a la hora de lo que pensaba hacer con su pareja de cara al futuro. “Ahora tengo un heredero, chicos. Entonces le dije que sí y nos fuimos a dormir”, siguió.
Y dijo: “Como a eso de las tres de la mañana sentimos que se mueve la araña del comedor, y la fui a despertar a mi madre, que estaba viviendo con nosotros. Nos quedamos mirándola, nos miramos y los dos pensamos que era mi hermana, La Chivi, que estaba dando el okey”.
Ese día Juan le propuso, en lugar de ser su hijo, ser su “sobrijo” y a partir de ahí empezaron a construir una historia juntos. “A veces re difícil, tuvimos discusiones horribles, porque él es una persona de 19 años y yo de 60, pero generando un amor y una responsabilidad diferente. Se puede decir que mi hermana La Chivi me dejó el regalo más hermoso que puede tener un ser humano”, cerró.