En el último tiempo, la cocina reivindicó su lugar y hoy se consagra como el corazón de la casa. Y aunque es uno de los espacios predilectos para las reuniones familiares, también puede llegar a ser uno de los menos pulcros ya que suele acumularse mucha grasa.
Es por eso, que lo mejor es prevenir y mantener una buena rutina de limpieza. De esta manera, será mucho más fácil tener la cocina siempre limpia y ordenada. Aquí, 4 tips infalibles para lograrlo.
Limpiar sobre la marcha y con frecuencia
Si bien es cierto que al cocinar es mucho más fácil dejar los platos y utensilios en la bacha para lavarlos más tarde -o al otro día-, para evitar que se acumule la grasa, la solución más evidente, fácil y efectiva, es limpiar sobre la marcha y con frecuencia las superficies y utensilios.
Para hacerlo con éxito, los agentes desengrasantes son los mejores aliados. También se puede ir por alternativas más naturales como bicarbonato de sodio.
La importancia de utilizar la campana extractora
Las campanas extractoras son uno de los equipos más elegidos para la cocina: están diseñadas para eliminar los olores, la humedad, el vapor y las partículas de grasa que se expulsan al preparar las comidas. Es una compañera perfecta mantener la cocina limpia ¡y cada vez son más estéticas!.
Eso sí: mantener la campana siempre limpia es imprescindible ya que si está sucia, puede perder gran parte de su utilidad.
Tapar ollas y sartenes mientras se cocina
Si bien puede parecer una obviedad, una de las formas más fáciles de que las comidas no salpiquen las mesadas y las paredes es tapar las ollas y las sartenes.
Otra opción es probar con tapas antisalpicaduras que deja pasar los vapores pero previenen las salpicaduras de aceite.
Una buena ventilación todos los días
Una de las tareas más efectivas es asegurarse de que la zona de la cocina esté bien ventilada. Esto es súper importante, por ejemplo, cuando se usa el horno.