En medio de la noticia del fallido tratamiento de Rocío Marengo para ser madre, las panelistas de LAM, programa que se emite por América TV, comenzaron a debatir al respecto. Durante el intercambio de posturas, Yanina Latorre contó por primera vez el drama que atravesó para ser madre de Lola que incluyó un largo procedimiento de siete años y una operación de endometriosis.
"Yo estuve siete años para embarazarme de Lola. Es durísimo, es tremendo. Fue invitro", expresó Latorre sobre su primer hija con Diego Latorre. "Arranqué el tratamiento en México y nunca tuve suerte. Después lo hice en Argentina, me operé, tenía endometriosis. Era otra época ya que Lola tiene 21 años. Ponés el cuerpo todos los días, diez inyecciones diarias. Cuando nació, yo tenía callos en todas las piernas", recordó.
En ese momento, dio detalles del momento en que logró concebir a Lola a pesar de las complicaciones. "Yo creía que era sana y Diego también. Tenía endometriosis y una vez que te operan, tenés que quedar embarazada en menos de un año. Cuando me operaron de esta enfermedad de la que no tenés ningún síntoma, hice un tratamiento y quedé: nació Lola, era feliz y no quise tener más hijos", continuó ante la sorpresiva mirada de Ángel de Brito.
A pesar de que la llegada de su segundo hijo se dio de manera natural, hubo varias pérdidas que Yanina describió como muy dolorosas. "Después no me volví a cuidar nunca más y nunca quedé embarazada. Vino Dieguito y no le digo nada porque dije 'lo voy a perder'. Había perdido tres más, era espantoso, los largaba dormida en la cama mientras Diego estaba concentrado", resaltó al respecto.
"Yo ni me ilusioné y me dije que lo iba a perder. Cuando me di cuenta tenía tres meses de embarazo ya. Cuando Lola iba al jardín, le dije 'sabés vas a tener un hijo' y Diego, feliz. Después nunca más quedé hasta ahora....pero después de Dieguito sí perdí embarazos", aseguró la panelista de 53 años. Además, agregó que era muy difícil responder en esa época cuándo tendría un hijo ya que ella tenía problemas para embarazarse pero no lo hacía público.