Marilyn Monroe emanaba -además de una belleza inigualable- un carisma que la hacía única. La cámara la amaba y, según testimonios de directores que trabajaron con ella, cuando se encendía demostraba un gran talento natural para la actuación que fue demostrando poco a poco y que la hicieron ganadora de grandes reconocimientos.
Lo que también se dice es que tenía un gran deseo de cambiar su destino, marcado por la ausencia de una familia (su mamá estaba internada en un psiquiátrico), miedo con el que ella misma vivió durante toda su vida. Creció en hogares de acogida en los que sufrió abusos y se casó por primera vez antes a los 16 años.
Ya divorciada, en 1946, un fotógrafo de modas la descubrió y la convenció de que se hiciera modelo: comenzó a hacerlo junto al agente Emmeline Snively, que le sugirió cambiar su color de pelo castaño por el platinado con el que se convirtió en una estrella. Un año después y todavía con su nombre de nacimiento (Norma Jean Baker) comenzó tímidamente a realizar participaciones como actriz, rumbo a convertirse en un mito.
Pero la chica que tanto brillaba frente a las cámaras tenía una vida personal oscura y triste: arrastraba varios matrimonios fallidos, no pudo concretar nunca su deseo de convertirse en madre y tampoco lograba establecer vínculos que la alejaran del sufrimiento. Es así que el 5 de agosto de 1962 apareció muerta en su cama después de haber ingerido una cantidad letal de somníferos. Si bien los forenses detallaron las causas de su muerte, ese día nació uno de los misterios más grandes, que dio lugar a toda clase de teorías que buscaron darle una explicación al final abrupto, ridículo e inexplicable de una de las máximas divas de todos los tiempos.
La teoría oficial: probable suicidio
El equipo médico que asistió a la casa de Marilyn describió la escena en la que en 1962 la actriz y modelo, de 36 años, fue encontrada muerta en la habitación de su casa de Los Ángeles. Su psiquiatra personal apuntó a una sobredosis de barbitúricos, un fármaco con efecto sedante, aunque nunca pudo comprobarse por completo. Por otro lado, los investigadores del caso nunca encontraron una carta de suicidio ni pastillas regadas por la habitación. Se supo que el cuerpo había sido cambiado de posición y cuando la policía se hizo presente en el domicilio encontró a la empleada doméstica de Marilyn lavando ropa. Estos elementos alimentaron durante años las teorías conspirativas, algunas bastante disparatadas.
Una explicación de otro planeta
Hubo quienes aseguraron que Marilyn murió debido a que conocía la existencia de vida extraterrestre, como el investigador de ovnis Timothy Cooper, en diversas publicaciones realizadas luego de su muerte.
Según Cooper, el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy -con quien Marilyn mantenía una relación- le confesó a Monroe que tenía información secreta respecto a un supuesto accidente de ovnis ocurrido en Roswell, Nuevo México, en 1947. Esta teoría apunta a que el día de su muerte Marilyn iba dar a conocer públicamente ciertos datos sensibles y que la habrían matado para callarla.
Hubo otro escritor que se hizo eco de estas teorías, Milo Speriglio, quien publicó tres libros que intentaron develar los supuestos misterios que rodearon la vida de la artista. En uno de ellos, el autor reprodujo un supuesto documento de la CIA en el que se encontraba transcrita una llamada telefónica entre Monroe y Kennedy en la que discutían sobre platos voladores almacenados en una base militar secreta.
La pista comunista
En el momento en el que muere Marilyn el FBI percibía que el comunismo era problema para la seguridad nacional de Estados Unidos y con esto fue relacionado el fallecimiento de la actriz, a quien acusaron de espía.
Decían que su muerte había sido un asesinato y que durante un encuentro que mantuvo con Robert F. Kennedy (en aquel entonces, fiscal general norteamericano) de quien también era su amante, ella lo habría amenazado con develar información a los enemigos rojos. La empleada doméstica de Marilyn avaló esta suposición, ya que en sus declaraciones a la policía aseguró que la noche anterior a la muerte de la artista Robert Kennedy visitó el domicilio y los escuchó discutir.
Lo que muestra el documental de Netflix
Recientemente, Netflix publicó "El Misterio de Marilyn Monroe: las cintas inéditas", un documental en dónde el periodista Anthony Summers, quien realizó la cobertura de la reapertura del caso en 1982, compartió con el público las grabaciones de las entrevistas que realizó por aquellos años para explorar la trama secreta en torno a los últimos días de Marilyn Monroe con vida.
En él da cuenta al detalle de varios momentos cruciales en la vida de la artista y de ciertas personas que estaban cerca de ella, donde queda claro el calvario emocional que la acompañó toda su vida, sus etapas depresivas y el abuso de sustancias en el que cayó en los momentos finales.
Antes de morir, Monroe padecía ataques de ansiedad y de pánico y era seguida de cerca por su psiquiatra, con quien tenía una relación personal (no romántica), así como con su esposa e hijos: se sentía muy sola pese a ser la persona más popular de la faz de la Tierra.
Además, había finalizado su contrato con la 20th Century Fox y se encontraba en un punto crítico con los hermanos Kennedy, quienes solamente la habían usado como divertimento y ella ya se sentía cansada de la situación. La versión más extendida respecto a su muerte hace referencia a que Monroe iba a revelar que mantenía una relación con ambos.
El documental muestra las grabaciones de conversaciones con varias personas que conocían detalles comprometedores que no quisieron develar (directores, actrices, agentes y demás del entorno de Marilyn) que, en lugar de aclarar qué pudo haber sucedido, generan aún más dudas al respecto. Un misterio sin fin.
