Hoy se cumplen 171 años del nacimiento de quien patentó uno de los inventos más celebrados de la historia: Angelo Moriondo, el inventor de la primera máquina de café expreso.
Nacido en Italia, el inventor ganó la medalla de bronce en la Exposición General de Turín en 1884. Sus primeras máquinas de café expreso, elaboradas en cobre y bronce con una altura de poco más de un metro, sentaron el precedente para la creación, años más tarde, de las máquinas que se usan en los bares y cafés de actualmente.
El novedoso artefacto -mucho más grande que las máquinas actuales- tenía un sistema mediante el cual el agua caliente atravesaba el café molido depositado en un porta filtro con una presión suficiente para obtener la tradicional espuma de los expresos italianos.
Además, en aquel entonces el café se preparaba en cantidad y no se podía hacer una sola taza, como hoy en día lo permite la tecnología. Es que en aquel momento la idea de Moriondo era preparar el café en grandes cantidades para atender a la mayor cantidad de gente en menos tiempo.
Si bien el primer prototipo no se llegó a fabricar en serie, Moriondo lo siguió perfeccionando y fue patentando cada mejora lograda.