Chantal Abad, la chef que está conduciendo "Cocineros argentinos" por TV Pública, reveló en la sección Protagonistas de Para Ti cómo comenzó su historia de amor con Yaco González, el hijo de Jairo, a quien conoció en "La peña de morfi", cuando ella cocinaba en ese programa de Telefe.
"Es muy loco, porque yo soy súper reservada y estar con una persona que también es pública es realmente muy loco. Yo nunca había estado en esta situación, por eso siempre agradezco que él haya respetado tanto esta esta necesidad mía de no exponerme, sobre todo porque no lo hice nunca, no lo hice con mis otras relaciones", comenzó contando la cocinera.
"Y lo nuestro fue muy loco, porque la verdad es que yo no lo conocía, él a mi tampoco claramente y nos habíamos visto tres o cuatro veces en 'La Peña de Morfi', pero nunca habíamos tenido ningún tipo de registro el uno del otro", continuó.
"Yo estaba en pareja, super feliz, con proyecto de casamiento y después, en marzo de 2018, me separé y fue durísimo, estuve deprimida, fue una separación muy dolorosa, así transité todo el año muy para abajo. Hasta que en noviembre o diciembre de ese año, él volvió a La Peña y ahí nos saludamos. Teníamos los teléfonos porque en un momento él me había dado entradas para que llevara a mi papá y a mi mamá a verlos actuar y bueno, así fue que empezamos a hablar. Le conté que estaba separada, él me dijo que también y seguimos hablando un tiempo hasta que después nos encontramos y ahí empezó todo, en 2019", agregó .
"La verdad es que estamos super bien, hay cosas que te que te fortalecen mucho, que te unen. Y la verdad que en ese sentido hay un amor profundo que es un sostén muy grande para mí, y yo creo que yo también lo soy para él -está mal que lo diga-, pero somos muy compañeros", continuó la cocinera.
Interrogada acerca de la convivencia, Chantal explicó que ellos la practican "mitad y mitad". "Lo nuestro es una convivencia como mitad y mitad, porque imaginante que trabajo en Palermo y ya vivía cerca, a seis cuadras del canal, y él vive en Vicente López, tenemos a los chicos en el medio así que dormimos un poco allá y un poco acá, pero tratamos de dormir juntos la mayor cantidad de noches posible", contó.
El dolor de la muerte de Agustina Posse
-El año pasado la familia vivió un golpe terrible con la muerte de Agustina Posse, la ex pareja de Yaco. ¿Cómo lo viviste?
-Con muchísimo dolor, como todos. Por supuesto desde un lugar más de contener, de sentir que tenía que estar fuerte para las personas que amo y sobre todo por el amor profundo que siento por los chicos -Juana y Francisco, los hijos que Yaco tuvo con Agustina- que son el norte de nuestra vida y que son los seres más increíbles que podés conocer.
Con respecto a Agustina, es muy difícil porque es una pérdida irreparable, más porque estamos hablando de cosas que te sorprenden de un día para el otro, inesperado, injusto... Uno se enoja con todo, con la vida, con Dios porque no se puede creer. Pero entendiendo que lo único que puede sostener y acompañar en situaciones así es el amor, el estar más unidos que nunca, escuchar, dar espacio para contener, para abrazar, para que se llore y se viva como se pueda. Porque la verdad es que no hay manuales para situaciones de tanto dolor. Cuando vos amás de una manera tan genuina y bonita, lo que nace es acompañar.
-¿Cambió tu relación con Juana y Francisco, los hijos de Yaco con Agustina, a partir de la muerte de su mamá?
-No, no cambió para nada. Siempre fue muy fuerte, siempre fue de mucho amor. Si no hubiese sido así, no habríamos podido transitar la muerte de Agustina así. Yo siempre los sentí parte de mí, con lo cual, el sentimiento genuino de estar, nace y parte desde ese amor, que fue casi como un amor a primera vista, fue conocernos y fue inmediato. La verdad es que no cambió para nada porque es como seguir regando una plantita que por suerte ya estaba súper regada y con raíces súper sólidas. Ellos son -siempre se los digo-, una bendición. Ellos viven con Yaco y son todo lo que está bien, como les digo siempre.