Dicen que Rebeca Méndez Jiménez murió "de amor "cuando tenía 63 años. Era mexicana y conocida como "la loca del muelle" por su particular y trágica historia de amor.
Tan fuerte es su historia que Maná, la banda mexicana liderada por Fher, la popularizó en una de sis canciones más exitosas: "En el muelle de San Blas". Porque fue en ese lugar en el que Rebeca pasó, prácticamente, toda su vida, esperando el regreso de su amado Manuel. Era la playa conocida como "El borrego" en Nayarit.
Aquel verano de 1971 iba a ser el más feliz en la vida de la joven y su novio: se casaban. Él era pescador y pasaba varios días de la semana embarcado, algo que preocupaba a la joven, pero que prefería no compartir con él porque era su sustento.
Cuatro días antes de la boda, Manuel se embarcó en un viaje con el que lograría una buena ganancia: estaba ilusionado con lograrlo para comenzar su nueva vida junto a Rebeca de la mejor manera posible.
La noche anterior de su partida, caminaron juntos por la playa y charlaron mucho. La boda, la casita que se habían podido arreglar. ¿Hijos?, bueno, quizás más adelante. Se despidieron con un beso y la promesa de reencontrarse para nunca más volver a separarse.
Al día siguiente, Rebeca se despertó repentinamente por el sonido de un trueno: se había desencadenado una tormenta que duró varias horas. Su furia golpeó el pueblo durante tres horas, para dar lugar a un atardecer calmo, como si nada hubiera pasado. Ella no podía dejar de pensar en Manuel... pero se decía a sí misma que todo estaba bien.
Calculó que el barco pesquero ya debería estar por regresar. Preparó una canasta con frutas, galletas y sandwichitos: Manuel regresaba famélico de su día de trabajo. Se sentó cerca del muelle a esperarlo, pero el barco nunca apareció porque había quedado atrapado dentro de la tormenta tropical "Priscilla", en el Océano Pacífico.
Pasaron los días, los meses y los años. Manuel jamás regresó ni tampoco encontraron rastros de su embarcación. Eso, en parte, le daba esperanzas a Rebeca, que pasaba cada hora de su vida sentada en el muelle del puerto de San Blas. Se había puesto su vestido de novia, pensando que apenas desembarcara Manuel, celebrarían la boda para comenzar su vida juntos. La mujer se había vuelto famosa, la conocían como "la loca del muelle de San Blas".
Manuel jamás regresó y ella murió, esperándolo, tal y como lo había hecho los últimos 41 años de su vida. Fue en 2012 que sus cenizas fueron arrojadas en las aguas linderas con el muelle, según su última voluntad.
Fher, el cantante de Maná, conoció a Rebeca en Puerto Vallarta, donde ella trabajaba vendiendo dulces vestida de novia. Al músico le llamó la atención el atuendo de la señora, quien le relató su particular historia. El resultado de ese encuentro fue el tema "En el muelle de San Blas", uno de los hits del grupo mexicano, que forma parte de su disco "Sueños líquidos", de 1997.
El pueblo se hizo mundialmente conocido por la trágica historia de amor de Rebeca y es por eso, que la homenajearon con una estatua de bronce que la recuerda.
Nota: Si querés contar tu historia de amor, o aquella que marcó tu vida, podés hacerlo escribiendo a [email protected]