Durante mayo pasado, se dio a conocer que Chechu Bonelli y Darío Cvitanich, serían padres por tercera vez. Ambos ya tienen a Lupe (9) y Carmela (6), por lo que la noticia de este nuevo embarazo alegró a toda las familia. Sin embargo, la periodista de 37 años reveló que estas últimas semanas no fueron nada fáciles, ya que debió afrontar un lamentable hecho.
Se trata de la muerte de su padre, que ocurrió hace una semana, en medio de este embarazo tan esperado. "Lo único que siento es una tremenda tristeza y mucho mucho dolor. Sé que el tiempo ayudará a sanar todo esto", se lamentó Chechu, luego de esta irreparable pérdida. "Prometo honrar tu apellido y hablarle a Lupita, a Carme, y al bebé que está en camino de vos siempre", resaltó.
Esta pérdida viene luego de la de su madre, ocurrida en 2008, tras una larga batalla contra el cáncer. Durante una entrevista en el programa Vino para vos, la periodista había reconocido que era algo que le había costado muchísimo afrontar y que aún le dolía. "A mí me costó bastante hacer ese duelo. Sufrí mucho de ataques de pánico. Hice bastante tiempo terapia", había expresado, en aquel entonces.
En estos días, Bonelli se mostró mucho más animada y se animó a lucir su pancita de tres meses de embarazo. "Hace una semana perdí a mi papá de manera repentina y tengo una tristeza que no puedo expresar con palabras. Sólo contarles que estoy aprendiendo a valorar toda la fuerza interna que tengo para seguir adelante", confesó, a través de su cuenta de Instagram. Allí, reconoció que aunque no sea fácil, ver a su bebé crecer la llena de ilusión y también de fuerzas.
La ocasión en que "su madre le salvó la vida"
Tras el fallecimiento de su progenitora, Chechu vivió una situación que cualquiera podría definir como un milagro. Todo ocurrió el mismo año que la mujer murió y ella realizaba un viaje por autopista de San Nicolás a Buenos Aires. En ese trayecto, su auto volcó mientras ella manejaba y creyó que iba a morir. Sin embargo, al despertar, pudo ver una foto de su madre con la que siempre viajaba, y lo entendió como una señal de que la estaba protegiendo. "Cuando me reencontré con mi papá le dije 'Fue mi mamá, fue mi mamá la que me dijo 'no, ahora no'", había expresado, emocionada.
