La infidelidad puede terminar parejas, ser sinónimo de aventura y también de gran decepción. Pero, ¿por qué algunas personas son más proclives a ser infiles? Según Flavio Calvo, doctor en psicología, "son varias las razones que hacen que algunas personas sean más proclives a ser infieles, suele suceder en personas con características más narcisistas o quienes tiene menor satisfacción y conciencia".
"La infidelidad también es más probable que en sujetos que tienen creencias poco restrictivas sobre el sexo, como que no tiene que limitarse a una pareja sexual", agregó.
"A estas razones pueden sumarse la insatisfacción con sus relaciones, el bajo nivel de compromiso que lleguen a tener, el tener la creencia que el sexo es algo diferente al amor o al compromiso. Más que de infidelidad es necesario hablar de infidelidades, ya que los motivos, situaciones, causas y consecuencias pueden provenir de orígenes muy diferentes e ir hacia finales muy distintos", añadió el especialista.
Según Calvo, hay ciertos aprendizajes que pueden ser de incidencia en la personalidad de un sujeto infiel. "Cantidad de investigaciones dan cuenta que personas que han tenido algún trauma infantil como abandono emocional, apego evitativo o algún tipo maltrato físico o psicológico, pueden ser más proclives a la infidelidad. Estas conductas, además, se vuelven naturales cuando han sido observadas en el propio contexto familiar, a pesar de haber sufrido por ellas y de saber que otras personas pueden llegar a sufrir a causa de eso", explica.
"La persona infiel ya sea que lo haga una vez o que decida emprender con la tercera persona un triángulo amoroso, probablemente se encuentre en una búsqueda compulsiva de amor motivada por el autoengaño, creyendo que así es posible evitar el sentimiento de soledad, el dolor, el sentimiento de fracaso, la inestabilidad emocional, problemas de comunicación, además de problemas psicológicos o traumas de la infancia que no fueron cerrados", continúa.
¿Existe alguna patología que de origen a la infidelidad?
"Se podría hablar de narcisismo, de adicción al sexo, pero, más allá de que hay un montón de aprendizajes de fondo, y situaciones que en mayor o menor grado se encuentran en relación con los mandatos familiares incorporados por cada persona, la infidelidad es una decisión", responde Calvo.
Y agrega: "Hablar de una patología que haga que una persona sea infiel, sería justificar la infidelidad, ponerle un marco de enfermedad que escude las acciones que quien traiciona la confianza de otra persona. Una patología es algo externo que toma al sujeto y sobre lo cual no tiene poder de decisión, la infidelidad es un acto consciente y decidido".
¿Qué impulsa al infiel a engañar?
"Muchas veces, la persona infiel se siente en inferioridad de condiciones respecto a su pareja: más fea, más vieja, con menos capacidades", responde el especialista. "En estos casos la infidelidad es utilizada como una herramienta que se aprovecha para sentir que aún tiene que ofrecer a otras personas, que se puede llegar a ser alguien deseable. Cuando una persona se siente insegura en una relación, menos satisfecha o menos comprometida suele buscar lo que entiende como apoyo o consuelo 'en otros lugares'", agrega.
Y continúa: "Por otro lado, hay muchas veces, hay una cuestión química en el cuerpo que produce cierto placer al cual la persona infiel desea volver. Hay un momento de enamoramiento, donde el cuerpo libera dopamina, una hormona que produce placer, esto hace que parezca una experiencia emocionante, olvidando muchas veces el contexto, y si está o no, produciendo sufrimiento a otras personas".
¿El infiel busca, en el fondo, ser descubierto?
"Hay cierto grupo de personas que poseen adicción a la adrenalina", dice el entrevistado. "La adrenalina es un neurotrasmisor que se libera en situaciones de peligro. Se puede sentir adrenalina al estar en una montaña rusa o al practicar un deporte extremo. Las personas con adicción a esta sensación (que realmente funciona como una droga en el cuerpo) pueden buscar ese efecto de euforia y de peligro en situaciones límites haciendo cosas que son prohibidas, o que serían 'condenadas'. Muchas personas son infieles debido a esta necesidad de adrenalina", explica.
"Por otro lado, muchas personas responden a mandatos familiares, que son como 'chips' puestos en la cabeza durante la niñez. Esos mandatos son olvidados y vividos en la adultez de manera inconsciente, pareciendo un libreto que dicta lo que se debe actuar, por medio del cual, muchas veces hay permisos limitados. No hay permiso de disfrutar, de tener éxito, de amar o de demostrar emociones. Debido a estos mandatos muchas personas se autoboicotean en áreas o aspectos de su vida que son importantes, para no tener ese éxito, placer o amor prohibidos inconscientemente". agrega.
Dr. Flavio Calvo (M.N.: 66869), Dr. en psicología, docente, tallerista y autor, @calvoflavio