El artista plástico argentino Leandro Sivori durante muchos años trabajó en realización publicitaria y escenografía. Desde hace más de 10 años se dedica exclusivamente a la producción de su obra artística.
Llegamos a su taller en el barrio de Almagro, hay ambulancia dando vueltas todo el tiempo dada la cercanía del hospital italiano. Se respira un aire muy urbano, es un típico barrio porteño. Un portón negro separa el interior de la calle, sin siquiera imaginar el mundo mágico que vamos a encontrar.
Entramos y al final de un largo pasillo aparece, calado en la puerta de entrada, un corazón rojo traslúcido que deja apenas ver el interior. El primero de muchos corazones que vamos a encontrar.
El artista de los corazones
Leandro nos recibe con mucha amabilidad. Ya adentro, un típico taller de los años 40 que supo ser un estudio de fotografía y luego una herrería. Con cabreadas y techos de chapa muy altos y pisos de mosaico, ahora transformado en taller de artista. Un artista que además es un gran coleccionista de piezas relacionadas al mundo de la aeronáutica.
Todo está meticulosamente ordenado y dispuesto con un gra sentido estético y práctico. Por momentos se siente como un set de filmación. El arte se desarrolla en un espacio mezcla de museo aeronáutico y taller de científico loco.
Una de las habitaciones, completamente pintada de negro, es la sala de exposiciones en donde podemos ver cientos de obras, mayormente su serie de corazones. Serie con la que trabaja desde hace varios años.
Cada objeto ocupa su lugar. Cada objeto tiene su historia. Los objetos que colecciona conviven en perfecta armonía con las obras realizadas por Sivori. Al fondo del gran taller, una mesa de madera se destaca. Es ahí donde trabaja con su obra a diario. Nos ubicamos en un living del estudio para dejarnos llevar por la charla.
Filmaker, fotos y edición de video: Manuel Adaro
Idea y producción: Manuel Paz
@manuelpaz_art