Blue Sheep tiene dos locales: uno en el histórico edificio La Colorada, en Palermo y otro en La Aldea, en Pilar. La marca nació hace casi 10 años y mantiene los pilares de aquel momento fundacional a la hora de pensar en cada colección: el uso de fibras naturales, la diversidad de talles, la paleta de color y la producción nacional. En una entrevista con Para Ti, Cata Chavanne, la fundadora, explica cómo fue el proceso de crecimiento de la marca y qué hay que tener en materia de diseño para triunfar en Argentina.
"Lo arranqué hace casi diez años con el propósito de hacer suéters. Inicié con cuatro pilares fundamentales que todavía hoy se sostienen: El uso de fibras naturales (lino, lana, algodón, seda, cuero) la industria nacional, la diversidad de talles y la paleta de color amplia, que es algo que escasea en el mercado local", detalla Chavanne acerca del impulso que la alentó a comenzar con Blue Sheep.
El local de Blue Sheep en "La Colorada"
Fibras naturales, oferta de talles, paleta de colores variada e industria nacional: los cuatro principios con los que trabaja Blue Sheep cada colección y lanzamiento.
Para Ti: ¿Cómo se fusionan esos pilares en el día a día de la marca?
Catalina Chavanne: Esos pilares nacieron naturalmente, para mí era obvio. (...) Y sobre la industria nacional siempre se habla de lo difícil que es producir en Argentina, de las trabas con las que te encontrás a diario, etc. Cuando trabajas con países como India y China, también tenés dificultades enormes. La comunicación no es siempre fluida y hay muchos malos entendidos. En muchos casos, haces miles de muestras, aprobás pedidos, y después te llegan cajas con cualquier cosa. Las dos opciones (producir en Argentina o en el resto del mundo) tienen sus pros y sus contras. Hay que tener flexibilidad y creatividad para adaptarse y lograr los resultados que buscás.
El local de Blue Sheep en "La Aldea"
Cata Chavanne: una mujer hacedora
Para Ti: Siempre se pone en discusión la temática de emprender en Argentina, ¿cómo viviste ese proceso?
CC: Paso a paso. Por supuesto que no es lo mismo emprender si vos tenés alguien que te dice “tomá esta plata, emprendé y si necesitas más me pedís”, a que si vos tenés unos ahorros, los invertís y decís “vamos a ver como funciona”. Si tenés la posibilidad de que alguien te banque ese crecimiento es más fácil avanzar, pero tal vez en ese avanzar más rápido te das golpes más rápidos. Al menos en mi experiencia, no arranqué diciendo “quiero ser una supermarca” y estar en shoppings. Fue realmente orgánico.
La firma fue creciendo, creando nuevas colecciones y aumentando la cantidad de seguidores. Pero hay algo que se mantiene intacto, la cercanía con el cliente: es habitual ver a Cata en cualquiera de los dos locales encendiendo el vivo de Instagram para mostrar lo nuevo que entró, para asesorar sobre alguna prenda en particular y brindando tips de estilismo.
¿Creés que falta industria nacional dentro del rubro de indumentaria?
CC: Sí, es muy triste lo que está pasando. No es que no haya talleres. Lo que está pasando es que a mucha de la gente que cocía muy bien ya no le es rentable. Una gran cantidad de las personas que conocen el oficio de corte y confección se volcaron al mercado negro para trabajar desde sus casas y no perder el plan social. Hoy los talleres tienen maquinaria, pero no tienen gente para operar. Hay gente que trabaja bien,que tiene valores y ética para trabajar pero son cada vez más escasos. En Blue sheep, nos tomamos el tiempo de seleccionar a la gente con la que queremos trabajar (desde proveedores y talleres a la gente que queremos tener dentro del equipo fijo) porque sus valores son más importantes para nosotros que lo que saben o lo que no saben hacer. Una persona que maneja la misma ética y los mismos valores que vos, habla un mismo idioma, y cuando surgen los problemas es solo una cuestión de hablar y buscar una solución en conjunto.
Así funciona el mercado negro en indumentaria
En el mercado negro se paga por prenda. “Te doy para hacer estas 50 remeras, cuando las tengas me las traés”: ese trabajador después paso dos días sin dormir para poder hacer las 50 remeras. Entonces hay como un círculo vicioso, que es entendible por parte del trabajador, también es entendible la parte del taller. Pero está muy dañado.
Sobre la producción nacional:
"Yo sé que es dificilísimo trabajar en Argentina, pero también es importante dejar de pensar que afuera es un paraíso. Estuve hace poco en Perú, volví fascinada. Se que voy a poder hacer cosas en Lima que no puedo hacer en Argentina, pero soy muy consciente de que el lado b de ese producto divino es todo lo que voy a tener que atravesar para tener el producto en argentina: documentación, despachantes, simis, giro de divisas, tipo de cambio, impuestos, fletes. No es que todo es Disney afuera y acá todo es una traba. Blue Sheep ha crecido gracias a este país y a la flexibilidad de las personas que conforman el equipo, para buscar soluciones y lograr lo que buscamos", sostiene Catalina.
Ley de talles: qué dice la normativa y cómo se aplica a escala federal
A través del decreto 375/2021, en junio de 2021 se reglamentó en Argentina la ley de talles. Para llegar a la normativa se trabajó en un estudio antropométrico de proporciones por grupo etario, género y región. Se rige a través del SUNITI (Sistema Único Normalizado de Talles de Indumentaria), que establece que toda la indumentaria deberá ser fabricada y confeccionada de acuerdo a los talles estandarizados y según las medidas corporales de la población argentina.
"Yo me metí bastante en la ley de talles porque no entendía cómo funcionaba, y pensaba que cuando se habla de una ley de talles nacional, todas las marcas tenían que salir a ofrecer toda la variedad que había en talles. Bueno, no es eso. Lo que la ley de talles dice, por un lado, es que todos los talles tienen que tener la misma medida en cualquier marca. No que vayas a marca A y sos 38 y en marca B sos 37", detalla Catalina al respecto de cómo funciona la ley de talles reglamentada.
Chavanne también explica que, dentro de la ley de talles, se desestima el uso de small, medium y large, como indicadores de talles en indumentaria: "lo que la ley de talles viene a decir es que dejemos de hablar de chico, mediano, grande Porque el afirmar que algo es chico sin tener en cuenta en función de qué o quién eso tiene ese tamaño, es de por sí, discriminatorio. Lo que la ley de talles pretende es que una persona que es talle 38 de pantalón en una marca, lo sea en todas las marcas igual. Ahora: las marca no tienen la obligatoriedad de ofrecer toda la variedad de talles, sino que los que va a ofrecer correspondan a cada medida".
Para Ti: ¿Qué hay que tener a nivel diseño para triunfar en la moda en Argentina?
CC: Identidad (...) Creo que tener una identidad y ser fiel a eso. Y algo que siempre intento hacer es frenar para decir “el mercado nos está llevando para esta dirección, ¿esta es la dirección en la que queremos ir?, ¿o no es nuestro momento?”. Es un ejercicio y no digo que siempre te salga, a veces das un paso y te podés echar para atrás, no hay nada escrito en piedra.
