La arquitecta Gabriela Barrionuevo (@barrionuevosierchukarquitectas) apeló a las leyes del Feng Shui a la hora de resolver la ambientación de su casa, una vivienda luminosa y abierta al verde que propone distintos espacios donde reina la calma.
Colores claros y transparencias son protagonistas. Las paredes completamente vidriadas (además de las grandes aberturas, abundan las rajas y lucarnas) incorporan el verde del jardín y el azul de la pileta.
La Casa Gyfu (tal su nombre) hace un culto de los colores claros y las transparencias.
El living suma dos paredes completas vidriadas, para que tanto el jardín como la pileta participen de la vida de la casa. Además, la idea fue aprovechar la salida el sol y su recorrido este-oeste, que cae en el este espacio.
A Gabriela le encanta cocinar e invitar gente y por eso decidió hacer una cocina abierta, que se integra con el comedor y con el resto del área social. Aquí el detalle de color está dado por las banquetas en rojo y turquesa (Calligaris), la mesa de comedor redonda en rosa viejo y las sillas que la acompañan (@habitoweb).
Al lado costado de la mesa de comedor, un mueble vajillero con cajones y estantes abiertos, le da lugar de guardado a electrodomésticos y a su colección de tazas, teteras y libros de cocina.
“Es una casa monocromática con detalles de color elegidos adrede para generar bienestar”, explica Gabriela Barrionuevo.
El dormitorio principal también está circundado por un gran ventanal en “L” que mira a los árboles del centro de la manzana.
También se destacan algunos objetos que pertenecieron a su abuela, como la araña con caireles que tiene más de 100 años, la mesa auxiliar y el maniquí. La alfombra que se extiende a los pies llegó de un viaje por Turquía, y el cuadro rojo es obra de la dueña de casa.
“El baño decidí revestirlo en un estuco turquesa capaz de genera bienestar y armonía”, dice la arq. Barrionuevo, que como buena fanática de las orquídeas (tiene varias en su jardín) eligió un ejemplar en color fucsia (@orquidias.oh) para este espacio.
La bañadera exenta con diseño de Philippe Starck (Duravit) y grifería de pie (Hansgrohe) es la reina del espacio, estratégicamente ubicada junto a la ventana. La acompaña un nicho con objetos decorativos (@conpasiondeco). El cuadro pintado con cuerpos es obra de la dueña de casa.
En la galería techada, ubicada en línea con la pileta, sorprenden las lámparas colgantes traídas de Turquía. Un juego de mesa y sillas en hierro óxido (son de los años 40 y pertenecieron a la abuela de la dueña de casa) ofrecen el espacio perfecto para tomar el té con vista al verde.
El jardín, con paisajismo del estudio Ginet Liberman, es bien tropical, y suma un sector de orquídeas, otro de rosas y un fondo verde y muy húmedo con helechos, orejas de elefante, y un árbol de Ginkgo Biloba que fue parte de una edición de Foa (1995) que le valió al estudio Barrionuevo Sierchuk la medalla de oro.
Una vista desde el contrafrente de la casa, con sus muros revestidos Tarquini Piedra París. Las puertas sin dintel van de piso a techo y los marcos quedan incluidos dentro de la pared. El espacio junto a la pileta se aprovechó para armar un living de exteriores, sobre un deck ecológico (Patagonia Flooring) vestido con una alfombra apta para la intemperie (@nudo_tiendadealfombras)
Producción: Malu Satzger.
Fotos: Diego García.