Semanas atrás murió repentinamente Ivana Trump, ex esquiadora, empresaria y, además, quien fuera la primera esposa de Donald Trump.
Ahora se conoció que el ex presidente norteamericano eligió para ella una sepultura que sorprende, especialmente en el entorno donde está situada: el suntuoso club de golf privado que el empresario tiene en Nueva Jersey.
Se trata de una parcela de siete mil metros cuadrados donde él pretende también ser enterrado para su descanso final. De hecho, desde 2007 ha querido convertir una parte de la enorme propiedad en un cementerio.
Las autoridades de Nueva Jersey le aprobaron el plan que él propuso: dos parcelas, una de 10 tumbas para su familia, y otra de 284 para los miembros de su club.
Sin embargo, según reveló el Washington Post en 2017, este proyecto tendría una intención detrás: conseguir una exención de impuestos, al considerarse un cementerio.
Según la misma investigación, no obstante, es difícil que Trump pague aún menos impuestos de los que ya paga por la parcela, puesto que anualmente tan solo le cuesta 16 dólares, porque también consiguió que el estado otorgara al campo de golf la categoría de "granja".