El corte bob es tendencia cada año, ya que su versatilidad le permite aparecer en diferentes versiones. Es así que tenemos el bob clásico, el french, el papercut, el clavicut, long y el shaggy, entre otros.
Este tipo de cortes están entre los más elegidos a la hora de optar por un cambio de look, aunque es necesario tener en cuenta algunas cosas antes de dar semejante paso, con el fin de no terminar arrepentidas.
1- Si sos adepta al pelo largo
Si bien existen cortes bob largos, se caracterizan por no superar la altura de los hombros. Si tu melena es larga y hace tiempo te encariñaste con ese estilo, quizás el bob no sea una buena opción. Además, para darle forma, se rebaja, por lo que la melena pierde volumen, por lo que cortarlo así sería un cambio muy radical.
2- Si nunca tuviste el pelo corto
Generalmente se tiene la idea de que un corte bob es más fácil de mantener por su longitud. Pero esto depende pura y exclusivamente del tipo de pelo que tengas: si es rebelde, se encrespa demasiado con la humedad o, simplemente, si estás acostumbrada a "domarlo" con secador planchita, cuando lo cortes te va a suceder exactamente lo mismo.
3- Si no tenés un peluquero de confianza o con buenas referencias
Uno de los secretos de que un corte de pelo quede bien tiene todo que ver con las manos expertas que lo realicen. Acá no es cuestión de cortar y nada más, sino de interpretar el tipo de pelo, de cara y tus características y adaptar a ellas el corte. Hay que ponerse en manos expertas para no salir desanimada y decepcionada de la peluquería luego de haber realizado un cambio drástico.