El proyecto "Casa paraíso" comienza a principios del 2019 con una visita al lote.
El terreno estaba rodeado por una imponente vegetación, que particularmente se ubicaba en su mayoría sobre la parte final del lote, más en relación con el río la cañada, y sin ningún orden ni criterio.
La primera reacción fue caminar hacia allí, alojarse bajo ese manto vegetal, percibir y sentir lo que esto transmitía.
Fue ahí donde surgió el concepto de habitar debajo de este manto, emplazar la vivienda lejos de calle, llevarla más cerca del río, y gozar de vivir bajo este microclima muy particular y único.
Emplazamiento
La casa se ubica sobre un lote irregular de 3600 m2, con orientación Norte-Sur (Norte hacia el río, Sur hacia la calle).
Al respecto, dentro de las múltiples posibilidades de implantación, se abordaron dos posibles: la vegetación como fondo y telón de la vivienda, o la de habitar por debajo de la vegetación, rescatando ese microclima particular que se genera al estar debajo de esas grandes copas.
En relación a esto, se optó por desarrollar la premisa de habitar bajo ese bosque natural de árboles de gran tamaño (en su mayoría de tipo Paraíso). Siguiendo al mismo tiempo el impulso de esa primera visita al sitio.
De esta manera, la casa se emplaza ocupando el largo total permitido del lote (respetando las normativas de retiro de 3 metros de medianeras de cada lado) y se abre en su totalidad con una gran carpintería de vidrio de punta a punta en relación con este jardín acotado, debajo y al límite de la vegetación existente.
Con relación al sur, "Casa paraíso" se cierra con un gran muro perimetral que copia la forma irregular del emplazamiento de la vegetación, generando así una estrecha relación con un patio de uso privado, al cual se lo aborda con una pequeña rampa que copia la inclinación del suelo natural hasta llegar a un gran fuelle-pérgola de hormigón armado, que recorre de punta a punta la propiedad, a modo de transición entre el adentro y el afuera.
Una gran cubierta de hormigón
Siguiendo el concepto de habitar bajo una gran cubierta que permita que la función se ajuste con el tiempo a los diferentes requerimientos y usos, se planteó ubicar una gran losa de 27 metros por 8 metros que descansa sobre 10 columnas metálicas circulares de 140 mm, que se complementa con otra superficie más pequeña procedente de una gran pérgola de hormigón, que funciona a la vez como fuelle, como espacio de transición entre el interior y el exterior.
Bajo esta cubierta se desarrolla una gran espacio continuo y sin límites. Con la premisa de romper los límites dentro de "Casa paraíso", se optó por limitar los cambios de usos dentro de la misma a partir de espacios.
Es decir, que los núcleos duros como cocina, lavadero y baños, funcionan como grandes pastillas de servicios que al mismo tiempo cumplen la función de limitar los espacios en su interior.
De esta manera, la flexibilidad que se percibe en el espacio es de una dinámica exquisita en la que se conjuga en un gran espacio contenedor diversas funciones y usos sin que ninguna interrumpa a la otra.
Donde a la vez, todos los espacios tienen una constante conexión con el paisaje exterior, diluyendo así los límites entre el adentro y el afuera, logrando una continuidad espacial que extiende los usos de la vivienda.
Un muro posibilitante
A la gran cubierta de hormigón se la vincula y se la ancla al terreno a partir de un gran muro continuo de piedra el cual toma las inclinaciones del propio lote, reflejando así que las ideas surgen y remiten a lo que el contexto brinda.
En este caso particular, uno de los laterales del lote posee una inclinación, por lo tanto, el muro se recuesta sobre esta, para luego permitirse copiar las líneas que la propia naturaleza marca e incluir dentro de la vivienda los árboles existentes.
Es por esto que el muro se extiende por fuera de la vivienda propiamente dicha y posibilita la conformación de un patio, que recrea un paisaje de uso contemplativo, privado, que, al mismo tiempo, alberga a la vegetación existente y a la escalera circular que conecta la tierra y el cielo.
Al mismo tiempo, este muro posibilitante adquiere la capacidad de albergar en sí programas. De esta manera, pasa de ser un elemento que separa, contiene y posee un espesor.
Es por eso que también adquiere la capacidad de ser el elemento que enmarca el ingreso, para luego ser biblioteca, o un guardado, un asador, etc.
Técnica y materialidad
En relación a estos puntos, la construcción es consecuente con el espacio resultante. Se buscó que la técnica permitiese lograr un gran espacio continuo y sin límites rígidos, por el contrario flexibles.
Es decir, que la gran cubierta de hormigón se apoya sobre una estructura independiente conformada por columnas circulares metálicas. Logrando liberar los diferentes cerramientos a partir de una construcción en seco, lo cual posibilita la adaptabilidad de la vivienda en un futuro.
Con relación a la materia, se contextualiza la obra y se utilizan los materiales del lugar. Es decir, se opta por potenciar y revalorizar aquellos materiales/procesos constructivos tradicionales de la arquitectura cordobesa, como lo son las pircas de piedras, un elemento que se utiliza con gran frecuencia para delimitar áreas, generar límites/fronteras.
En este caso, ese límite entre lo público y lo privado, se trabaja a partir de estos mismos elementos, reinterpretados a un uso doméstico.
Por otro lado, se enfatiza la relación entre la técnica y la materia en el uso del hormigón armado., cuidando las modulaciones de sus fenólicos, las resoluciones constructivas para lograr diferentes tipos de encuentros tales como el encuentro entre la vivienda y el suelo, o la vivienda y el cielo.
Ficha técnica
Arquitectos: Agustín Lozada y Gonzalo Perrote.
Ubicación: Córdoba, Argentina.
Año del proyecto: 2020.
Fotos: Federico Cairoli.