Hay un boom de productos de cuidado facial. Las marcas apuestan cada vez más a tener sus propias líneas beauty. La constancia es el mejor método para lograr una piel sana. Y hay determinados componentes que nos benefician para poder lograrlo.
Retinol: impulsa la generación celular
Es el activo que ha revolucionado el rejuvenecimiento facial y es el producto infaltable en farmacias y perfumerías. En esencia, el retinol es un derivado de la vitamina A, y es fundamental para el organismo porque impulsa a la generación celular. Es muy utilizado para aclarar la piel, reducir el acné y aumentar la producción de colágeno. Además, tiene una acción antioxidante contra el daño de radicales libres, logrando reducir visiblemente el envejecimiento.
Lo ideal es empezar a incorporarlo a partir de los 30, hay que hacerlo de a poco, ya que puede irritar la piel. Por eso, los expertos también aconsejan mirar la formulación para empezar con un porcentaje bajo.
Cabe destacar que el retinol vuelve la piel más sensible a los rayos UV, y la luz del sol disminuye la eficacia del producto. Su aplicación debe realizarle de noche y no es conveniente usarlo en épocas de mayor explosión solar.
Vitamina C: el iluminador de la piel
Es definitivamente el gran preferido de todos. Es el elixir de belleza por excelencia y en el último tiempo su consumo aumento considerablemente. La vitamina C reafirma e ilumina la piel, disminuyendo los signos de envejecimiento. Se trata de un nutriente fundamental para nuestra piel. Un componente que también se encuentra presente en muchos alimentos de forma natural.
Como a los 25 años empezamos a envejecer ,es importante empezar a sumarlo a la rutina diaria de skincare. La vitamina C es fundamental para la producción de colágeno en las células cutáneas. Y además, ayuda a proteger la piel de los radicales libres que dañan las células.
Los expertos recomiendan incorporar sueros de vitamina C para empezar el día nutriendo la piel de la mejor manera. Un componente infaltable del skincare.
Ácido hialurónico: rellena arrugas y mejora la textura
Es una molécula presente en muchos tejidos y fluidos de nuestro organismo. Y, a pesar de su nombre, no es un ácido sino un azúcar. Una pieza fundamental de nuestra piel, y que también disminuye con el paso del tiempo. E
n cosmética se utiliza desde finales de los 90, y es uno de los grandes preferidos del skincare por su potente función hidratante, logrando llegar a las capas más profundas. También tiene el efecto de rellenar arrugas, logrando mejorar la textura de la piel de forma casi inmediata.
Con respecto a su aplicación no hay indicaciones de en qué momento del día usarlo. Y hay una amplia variedad de productos que lo incluyen en sus fórmulas.