El príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle sumaron una nueva integrante a su familia: adoptaron una perrita de la raza Beagle que fue rescatada de un criadero en Virginia, Estados Unidos, que fue denunciado por maltrato animal.
De acuerdo con la información que se filtró, los dueños del lugar -además de violar las condiciones de seguridad- maltrataban a los perros que se encontraban allí, lo cual desató el descontento de la comunidad.
Al conocer la deplorable vida que habían vivido miles de perritos, la pareja de la realeza británica decidió darle hogar a uno de ellos.
La propia fundadora y presidente del Beagle Freedom Project contó que Meghan se puso inmediatamente en contacto y a su disposición: no dudó en llevarse con ella la perra que era usada como procreadora para darle los cuidados requeridos.
En la mayoría de estos casos, suele suceder que las personas se llevan a los cachorritos para darles cariño y educarlos desde chicos, pero muy pocas veces se tiene en consideración a los adultos, mucho menos si han sufrido gran maltrato a lo largo de su vida. Por esto, la fundadora de la organización, quedó impresionada con el generoso gesto del príncipe Harry y su esposa.
Los Sussex bautizaron a la perrita como "Momma Mía", y ya posa en diferentes fotos familiares. Tiene sietes años de edad y desde chica fue obligada a procrear cientos de cachorritos, lo cual conmovió y entristeció a Meghan y Harry. Afortunadamente, ya está en buenas manos y no tardó en adoptarlos ella misma: aseguran que al verlos, "ella corrió hacia ellos”.