A sus 96 años y después de un histórico reinado de más de 70 años, la reina Isabell II falleció en el Castillo de Balmoral acompañada de sus hijos y familiares.
Isabel, cuyo nombre real es Isabel Alejandra María, nació el 21 de abril de 1926 en Londres, la capital británica. Hija del rey Jorge VI y de Isabel Bowes-Lyon, llegó al mundo en el seno de la Casa Real de Reino Unido, la Windsor, sin, aparentemente, posibilidad de reinar. El hermano mayor de su padre, Eduardo VII, ascendió al trono tras la muerte del abuelo de Isabel, el rey Jorge V, en 1936.
Con la muerte de Jorge VI en 1952, Isabel se convirtió en la reina de los siete países independientes pertenecientes a la Mancomunidad de Naciones, con sólo 25 años, pero se convirtió en reina el 2 de junio de 1953 con 27 años. La coronación tuvo lugar más de un año después de la muerte de su padre ya según la tradición, era inapropiada realizar la ceremonia festiva durante el período de duelo que sigue a la muerte de un monarca. Esta fue la primera coronación y evento que se retransmitió por la televisión a nivel internacional, en la BBC.
Los primeros meses del reinado, tras la muerte de su padre, los pasó en un relativo aislamiento hasta que, ya instalada en el palacio de Buckingham, asumió las tareas diarias correspondientes al trono. La reina ya había anunciado para entonces que ella y sus herederos llevarían el apellido Windsor, que la familia real adoptó inicialmente durante la Primera Guerra Mundial.
La reina Isabel fue la sexta mujer en ascender el trono británico y la monarca que más tiempo reinó.
El estado crítico de salud de la reina Isabel II en los últimos meses puso sobre la mesa una cuestión que el pueblo llevaba preguntándose años, "¿Por qué la reina no abdica?". A esta pregunta el historiador francés Jean des Cars contestó: "la abdicación es impensable". El historiador especializado en la reina aclaraba que para la monarca y su equipo, la idea de la abdicación es una pesadilla y "un tabú absoluto en Buckingham".
Por qué la reina jamás abdicó a su trono
Una pista de por qué la reina británica no dejó su cargo se puede encontrar en el Daily Mirror británico que en 2021 anunció que la monarquía británica estaba en el peor de sus momentos desde el 10 de diciembre de 1936, cuando Eduardo VIII decidió abdicar y abandonarlo todo para vivir con la mujer de la que se había enamorado, Wallis Simpson. Y es precisamente esta abdicación la que impidió a la reina Isabel II plantearse su propia dimisión en un momento tan delicado para los Windsor como es el actual con frentes abiertos por todas partes.
Que Eduardo VIII renunciara al trono fue un terremoto en la vida de Isabel y su familia, un auténtico trauma. Por esta decisión su padre, Jorge VI, se convirtió en rey y ella en la princesa heredera con tan solo 10 años. Su vida cambió para siempre. Para cuando tomó posesión del trono a los 25 años el 21 de abril de 1947 la joven reina tenía claro que su vocación de servicio a la corona duraría toda su vida porque jamás haría algo ni medio parecido a lo que le había hecho su propio tío a su familia.
"Toda mi vida, ya sea larga o corta, la dedicaré al servicio", enunció en el discurso que dio a sus súbditos el día de su coronación y que fue retransmitido a medio planeta. Y cumplió su promesa hasta el último día de su vida, el 8 de septiembre de 2022.