Este sábado Carlos, el primogénito de la reina Isabel II, fue proclamado rey de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. El ahora soberano juró en una ceremonia llena de simbolismos en el Palacio de Saint James, en el centro de Londres, donde también estuvieron presentes Camilla Parker, segunda esposa de Carlos, ahora reina consorte, y su hijo mayor, William.
Carlos se había convertido en rey inmediatamente después de la muerte de su madre, lo que sucedió el jueves 8, pero era necesaria esta proclamación oficial realizada frente al Consejo de Ascensión para que la jura se oficialice.
La ceremonia fue televisada por primera vez en la historia y durante todo el día las banderas volverán a flamear en lo alto de los mástiles, mientras que este domingo volverán a estar a media asta en señal de duelo por la muerte de Isabel II.
"El príncipe Carlos Felipe Arturo Jorge se convierte ahora, por la muerte de nuestra señora soberana de feliz memoria, en nuestro rey Carlos III... ¡Dios salve al rey!", proclamó el consejo, minutos antes de que el rey fuera llamado a la sala.
"El reinado de mi madre fue inigualable por su duración, dedicación y devoción (...) Soy profundamente consciente de esta gran herencia y de los deberes y pesadas responsabilidades de la soberanía, que ahora se me transmite", afirmó Carlos III en su discurso, después de la jura.
En tanto que la ceremonia de coronación se producirá en otra fecha aún no designada y, teniendo en cuenta que Isabel II esperó más de un año, Carlos tendrá que tener paciencia. De todos modos, esto no impide que ya comience a ejercer el cargo.
Por otra parte, este viernes el nuevo rey anunció el nombramiento de su hijo mayor, William, de 40 años, como nuevo príncipe de Gales. Y confirmó que Kate Middleton, la esposa de su hijo, es ahora princesa de Gales, título que había quedado vacante desde la muerte de Lady Di en 1997.