Desde sillas y sillones hasta cabeceros de cama y almohadones. La cuerina es uno de los materiales más elegidos para tapizar muebles y algunos complementos.
Además de imitar a la perfección al cuero en textura, color y brillo, es resistente y a prueba de mascotas, se puede limpiar bien, no absorbe los olores y, en el caso de que fuera dañado, su reparación es bastante sencilla y accesible.
Si bien es cierto que puede ensuciarse con facilidad -sobre todo si es de algún color claro-, la realidad es que se puede limpiar con la misma rapidez y simpleza. Acá te contamos diferentes maneras de hacerlo. ¡Tomá nota!
Cómo limpiar cuerina
Limpiá toda la superficie con un paño suave y un poco de agua fría. Si está muy sucio podés aplicar jabón neutro con una esponja y frotar cada rincón. Con otro paño eliminá el exceso de jabón. Luego secá bien con una toalla limpia, evitando dejar residuos de agua.
Cómo eliminar manchas difíciles
Aplicá un poco de limpiador líquido específico en una esponja suave y húmeda hasta formar espuma. Frotá de forma circular hasta que la zona quede limpia. Luego secá bien con un paño húmedo.
Cómo mantener la cuerina
Para prolongar su vida útil se recomienda seguir una rutina de cuidados generales:
- Desempolvar cada 15 días pasando un trapo húmedo con agua tibia. Dejar actuar por unos minutos y luego limpiar con otro paño limpio y seco.
- Cada 6 meses se recomienda realizar una limpieza profunda con limpiador líquido específico. Con la ayuda de un cepillo de cerdas suaves limpiá las zonas difíciles como rincones.
- Podés aspirar semanalmente o cada 15 días para eliminar el pelo de las mascotas o restos de comida.
- Evitá exponer los muebles de cuerina a la luz directa sol ya que se podrían decolorar con el paso del tiempo.