En 2003, Viviana Colmenero se inscribiría al reality Gran Hermano y su vida cambiaría para siempre. En aquella época, su historia de vida conmocionó al país: era madre soltera y ejercía la prostitución para alimentar a su familia. Por esta razón, había decidido participar del programa de Telefé, ansiando ganar los 200 mil pesos de premio.
No sólo se convirtió en la ganadora del reality show más popular de todos, sino que su figura trascendió mediáticamente. Sin embargo, tiempo después, su situación económica desmejoró y frente a la falta de trabajo, comenzó a tener diferentes trabajos temporarios: por ejemplo, estudió astrología y atendía consulta en bares, ya que no tenía lugar propio.
Por otro lado, también se convirtió en artesana y mantera, ganándose la vida como feriante. Además, se dedicó a la venta de productos por internet y hasta, fue vendedora ambulante de bijouterie. Luego de la llegada de su segundo hijo y en medio de la pandemia, abrió su propio negocio de venta de indumentaria y accesorios para la mujer.
"Hace cinco años tengo este local. Por suerte, alquilo pero tengo buena relación con la dueña. Es un emprendimiento armado en 2018 a pulmón y con mucha fuerza de voluntad. La verdad que me va bien", expresó Viviana, sobre su negocio "Abundia Store", ubicado en Belgrano (Monroe 3664).
Viviana, más reinventada
Durante su paso por LAM, Colmenero habló de su presente actual y de su paso por los medios, tras haber sido coronada como ganadora. "No estaba enojada con el programa, estaba enojada con el medio en general. Sé que soy ingenua, muchas cosas más, que peco de inocente. Sentí que nadie fue capaz de ayudarme, guiarme, orientarme", se lamentó.
"Fue muy traumático para mí. Fueron crueles, durante muchos años. Ninguna mujer del medio me defendió. Ponerse en mi lugar que soy mujer y una mamá. Tuve una conducta intachable e hizo todo lo mejor para encontrar mi camino de estabilidad emocional", confesó la ex GH, quien hoy enfrenta un presente diferente, trabajando y con muchas ganas de salir adelante.