La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala la importancia de fomentar la actividad física para reducir y prevenir las Enfermedades No Transmisibles (ENT), como lo son las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la diabetes y algunos tipos de cánceres y destaca que el sedentarismo, ocupa el cuarto lugar entre los factores de riesgo de todas las defunciones a escala mundial.
Ejercitarse regularmente impacta de manera positiva en la salud mental de las personas, en todas las etapas de la vida. Algunos beneficios son el fortalecer y mantener la autonomía de las personas, reducir el aislamiento social que tienen ciertos estilos de vida, aumentar la autoestima y mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos y particularmente, en la tercera edad contribuye a evitar el deterioro cognitivo.
Además, para obtener los beneficios de la actividad física y evitar las ENT se puede empezar de a poco, aún realizando actividades suaves como caminatas, acompañada de una alimentación sana y variada; y agrega que este proceso debe estar precedido por la consulta al médico, quien evaluara qué actividad es la más indicada y si está en condiciones de aptitud física.
Es muy estrecho el vínculo existente entre los hábitos saludables, la actividad física y las mejoras en el bienestar y la calidad de vida. Asimismo, nunca debe dejarse de lado la importancia del cuidado de la salud mental como parte de la salud integral de las personas.
En conclusión, llevar adelante una actividad física acorde a cada persona y edad impacta positivamente en la salud mental, favorece la incorporación de prácticas de cuidado preventivo y, de esta manera, mejora la calidad de vida y bienestar.
Fuente: Por Laura Pérez, Lic. Terapista Ocupacional (MN 1604 - MP 1024).