Bill Murray es uno de los actores más queridos por el público e icónicos de Hollywood, habiendo protagonizado un sinfín de películas, varias de ellas consideradas hoy "de culto", como El día de la marmota o Perdidos en Tokyo.
Pero, en los últimos meses, su nombre apareció en los medios y en las redes asociado a otro tipo de cuestiones, asociadas a ciertas actitudes -como mínimo- cuestionables que ha tenido durante el rodaje de una película y también en el pasado.
La denuncia que hizo una de sus compañeras de trabajo ante la productora del filme hizo que se detuviera el rodaje y que se cuestionara la reputación del actor. Como coletazo, esto hizo que otras estrellas que habían trabajado con el años atrás, contaran sus experiencias.
El testimonio de Seth Green, de Buffy la Cazavampiros
Durante la grabación de un spot de Saturday Night Live sobre qué pensaban los chicos sobre las fiestas de Navidad, Murray era anfitrión del ciclo. Seth Green, que en ese momento tenía 9 años, contó que al verlo sentado en el apoyabrazos de su sillón reaccionó escandalosamente y le exigió que se corriera.
La madre del actor, presente en el lugar, le pidió que dejara ese sillón, pero su hijo no le hizo caso, lo que enfureció a Murray. "Entonces me agarró de los tobillos, me colgó sobre un tacho de basura y dijo 'la mugre se tira acá'. Yo estaba gritando y revoleaba mis brazos. Luego me tiró al tacho de basura yo estaba horrorizado. Salí corriendo, me escondí debajo de la mesa del camarín y me puse a llorar".
El mal recuerdo de Geena Davis
Geena Davis también reveló su mala experiencia con Bill Murray en el rodaje del film No tengo cambio.
En la primera reunión de trabajo que tuvieron “Le presentan a Murray en una suite de hotel, donde él la saluda con algo llamado The Thumper, un dispositivo de masaje que insiste en usar con ella, a pesar de su insistente negación".
Tiempo después, durante las horas de rodaje, Murray la buscó en su camarín, mientras ella estaba esperando su vestuario, y le gritó por llegar tarde. Continúa gritándole mientras se apura para ir al set e incluso cuando llega allí, frente a cientos de actores, equipo y gente que pasaba por allí”, resume The Times UK mientras la propia actriz confirmaba la situación.
“Eso fue malo. La forma en que se comportó en la primera reunión. Debería haberme ido o defendido profundamente, en cuyo caso no habría obtenido el papel. Podría haber evitado ese trato si hubiera sabido cómo reaccionar o qué hacer durante la audición. Pero, ya sabes, yo era tan poco conflictiva que simplemente no lo hice”, confesó Davis.
La denuncia por acoso
El pasado 15 de abril una mujer que trabajaba en la producción denunció ante la productora del filme, Searchlight Pictures, haber sido tocada por Murray. Tras investigarse a la semana siguiente los hechos, la empresa envió una carta a todos los miembros del equipo: “Después de revisar las circunstancias, se ha decidido que en este momento la producción no puede continuar”.
La web Puck reveló que el actor había pagado 100.000 dólares a una asistente de producción del equipo de Being Mortal, “mucho más joven” que él, en un acuerdo extrajudicial tras haberla intentado besar y ponerse a horcajadas sobre ella. El medio cita una fuente del rodaje que describió a su compañera como “horrorizada” porque las acciones del actor “eran completamente sexuales”.
Ese mismo mes, un testigo del rodaje narraba en Page Six: “Puso un brazo alrededor de una mujer, le tocó el cabello, le tiró de la cola de caballo, pero siempre de una manera cómica. Es una fina línea y todo el mundo quiere a Bill, pero, aunque su conducta no sea ilegal, algunas mujeres se sintieron incómodas y él cruzó la línea”.
Un mes después, en una entrevista en la NBC, Murray dio su propia versión de lo sucedido. “Ha sido bastante educativo para mí y he estado pensando mucho en ello en las últimas semanas”, admitió Murray, que asegura que está “tratando de hacer las paces” con la mujer después de lo ocurrido.
Y trató de explicar: “Hubo una diferencia de opiniones con una mujer con la que estaba trabajando. Hice algo que yo consideraba gracioso y no se entendió así [...]. El mundo es muy distinto a como era cuando yo era un niño. Ya sabes, lo que antes parecía divertido no tiene por qué resultar gracioso ahora. Las cosas cambian, así que es importante para mí aprender”.
Los que han accedido al entorno del actor aseguran que sigue haciendo comportándose como hace medio siglo, haciendo bromas que en la actualidad no causan gracias y que, incluso profesionalmente, no ha sabido (o querido) aggiornarse: no tiene ni agente ni asistente, y para contactarse con él hay que dejarle un mensaje en el contestador automático de su teléfono fijo.