La reina Isabel II amaba a sus perros corgis. Fue su padre el que le regaló su primera mascota de pequeña y desde aquel entonces, siempre eligió a la misma raza. La monarca adoraba a los perros y a los caballos, tanto que hasta dijeron presente en su funeral. Hoy volvemos a ver a Sandy y Muick, gracias a las imágenes que compartió Sarah Ferguson en su cuenta de Instagram. Fue el príncipe Andrés, su ex marido el que quedó a cargo de las mascotas, pero a pesar de su divorcio en 1996, ambos viven en Royal Lodge en Windsor.
Un regalo especial
Cuando el duque de Edimburgo, esposo de Isabel II, enfermó el príncipe Andrés decidió regalarle un perro. La monarca, había decidido no tener más mascotas debido a su avanzada edad, pero decidió hacer una excepción y aceptarla. La única condición que puso fue que si ella fallecía, él debía quedarse con los perros, como lo hizo.
El hijo preferido
De acuerdo a los expertos en la realeza el príncipe Andrés era el preferido de la Reina desde pequeño, pero terminó de consagrarse cuando arriesgo su vida en la Guerra de Malvinas. Volvió a Inglaterra como héroe de guerra y se ganó el respeto y carió de todo el pueblo. Algo que generó admiración en sus padres.
Escándalo real
Sin embargo, las cosas cambiaron para Andrés cuando se lo involucró en el caso Epstein. El monarca aparecía en una lista de gente vip que hacían fiestas con menores en islas privadas. Un escándalo absoluto que lo hizo alejarse de la realeza. Por eso, en el funeral no vistió uniforme militar. Fue uno de los mayores escándalos que le tocaron a la Reina Isabel II, ya que además, fueron acusados de callar a las víctimas con millones de dólares.
Alejado de todo
Hoy Andrés mantiene un perfil muy bajo. Esa fue una de las condiciones que le impuso su madre antes de morir. De hecho, continúa viviendo en Windsor junto a su ex esposa Sarah Ferguson y entre ambos, están cuidando de los corgis que la Reina les dejó. Y por primavera vez, volvimos a verlos disfrutando del verde junto a ella en el día de su cumpleaños.