Es conocido que Lady Di tuvo una dura infancia: nació en una familia aristocrática donde sobraba el dinero pero no tanto el afecto...
Diana Spencer pasó su niñez en Sandringham, muy cerquita de quien algunos años después se convertiría en el padre de sus hijos, el príncipe Carlos. Era la menor de sus hermanos y, dicen algunos, la más mimada. Pero todo cambió cuando en 1967 sus padres se separaron y su madre se fue de su casa: eso la afectó profundamente.
Antes de la separación, la familia vivía en Park House, donde ella pasó sus días desarrollando sus talentos para la danza y el deporte, siendo feliz mientras sus padres aún permanecían juntos. Sin embargo, en 1975 se mudaron a Althorp House, cuando nombraron a su padre como vizconde de Althorp.
Esta última propiedad, en la que Diana pasó parte de su infancia, tiene 13 mil acres de los cuales 550 están destinados a la propiedad principal y los jardines circundantes.
En la casa principal hay dos lujosos salones principales destinados al comedor: uno es para la familia y otro para banquetes especiales. Pero ambos coinciden en algo y es que siguen un estilo decorativo tradicional y están repletos de retratos de diferentes personalidades de la nobleza.
El comedor más privado tiene una mesa con una capacidad para 12 personas y sillas tapizadas en cuero azul. Las paredes tienen un empapelado de color rojo, que hace que el dorado de los retratos resalte mucho más.
Por otro lado, el comedor para banquetes especiales tiene 10 meses con 8 sillas doradas cada una y lujosos pisos de roble.
En las paredes se lucen múltiples retratos con marcos dorados que cuentan parte de la historia de Inglaterra.