Llegó el calor y con las altas temperaturas, la posibilidad de disfrutar del aire libre pero protegido del sol. Es la época en la que sacamos a relucir la sombrilla, usamos la pérgola y ahora se suma el toldo vela, la última tendencia deco para exteriores que es furor.
Los toldos vela son la solución para dar sombra. Los hay de distintas formas y tamaños, y los puedes encajar en cualquier espacio, ya que se pueden anclar a paredes, columnas o árboles.
Su nombre se debe a que se parecen a la vela de un velero. Además son lonas impermeables, ideales para días de lluvia, y tienen tratamiento anti rayos UV. Los hay rectangulares o triangulares.
Es perfecto para crear un espacio semicubierto en el exterior, y es que, por un lado protegen del sol y da sombra, a la par que dan intimidad y decoran. Se suelen utilizar en jardines, aunque también se implementan en algunas terrazas de gran tamaño, en el balcón o sobre la pileta.
Se pueden instalar uno solo o varios a la vez complementándose. Se pueden quitar y poner con facilidad, incluso lo puede hacer una persona sola: el toldo se amarra desde cada uno de los tres vértices de la vela (cuatro, en el caso de los modelos cuadrangulares) gracias a unos anillos de acero inoxidable con forma D que van amarradas a ellos y a las cuerdas tensoras que se incluyen con el producto. A esos anillos se amarra uno de los extremos de la cuerda tensora, mientras que el otro se debe amarrar o a un mástil instalado en el patio a tal efecto o a otro anillo, esta vez atornillada en la pared, con la intermediación de un mosquetón.
Además, son fáciles de lavar. No están preparados para usarlos de manera permanente. Lo que es fundamental para una correcta instalación del toldo es que se generen desniveles entre los distintos vértices para evitar que el agua de la lluvia se quede embalsada en el centro del toldo y acabe por romperlo o descolgarlo.
Si el toldo es triangular, dos de los vértices deben colocarse a la misma altura, mientras que el tercero debe dejarse algo más bajo, de forma que el toldo quede instalado con una inclinación de entre 20 y 40 grados. De esta forma, el agua tenderá a resbalar desde los vértices más altos hacia el más bajo.
En el caso del toldo rectangular o el cuadrangular, la operación es similar, pero en este caso se deben dejar dos vértices más elevados y dos más bajos. De esta forma, el agua se deslizará por los laterales y acabará cayendo del toldo por alguno de los dos vértices que quedan a menor altura.
En cualquiera de las dos situaciones, sí que se recomienda instalar el toldo con la mayor tensión posible, precisamente para que sea una superficie rígida que oscile lo menos posible con el viento y se evite al máximo esos embalsamientos de agua que mencionábamos.
De manera online podés encontrar diferentes propuestas, desde 8000 pesos aprox. Son más económicos que las estructuras tipo gazebo e incluso que una sombrilla. Y le dan un aire muy canchero a tu balcón, jardín o terraza.