Durante las vacaciones pasamos más horas al aire libre disfrutando de los días cálidos y soleados. Casi sin darnos cuenta podemos estar jornadas casi completas expuestos a factores que, en el caso de los menores, ponen en riesgo su salud.
La Dra. María Javiera González Velardo, Dermatóloga Pediatra, asegura que: “si bien debemos cuidar de la piel de niños y jóvenes durante todo el año, en época estival hay que apelar a todos los recursos de cuidado frente a la exposición solar, porque la radiación solar es aún más intensa que en invierno, y también mucho más dañina”.
Si bien lo ideal es planificar actividades a la sombra entre las 11 y 16, evitando los horarios más nocivos, no hay que descuidar la prevención y el cuidado frente a la radiación solar. “Los paradigmas han cambiado, antes se creía que un bronceado sin enrojecer la piel no era riesgoso, ahora se sabe que el bronceado también produce daño, la radiación UV recibida durante la infancia es el principal factor de riesgo de cáncer de piel en la vida adulta".
"Los efectos dañinos son acumulativos e irreversibles. Generar el hábito y las buenas prácticas durante la infancia, promueve conciencia y sienta las bases para la crianza de adultos comprometidos con el cuidado de su cuerpo”, asegura González Velardo.
Evitar la exposición solar tampoco es la solución. “La piel desempeña un papel fundamental en la biosíntesis de vitamina D. Para que esta se produzca con normalidad, necesita dosis pequeñas de RUV. Con una dieta equilibrada y una exposición solar mínima, es suficiente para cubrir las necesidades en la infancia”, explica la especialista.
Para evaluar el riesgo, sugiere considerar la regla de la sombra: el sol es más peligroso cuánto más pequeña es la sombra del niño en relación a su altura, y es menor cuando el tamaño de la sombra es mayor.
Cómo elegir y aplicar el protector solar
La fotoprotección solar en niños es muy importante porque desarrollan más actividades al aire libre que los adultos. Los fotoprotectores deben ser FPS 50 o más, y tener filtro para los rayos UVB y UVA, e indicados para bebés o niños (los adultos pueden usar los protectores pediátricos, pero no a la inversa).
En cuanto a la aplicación: colocar 1 palma de protector para todo el cuerpo en el caso de los adultos, y 1/2 palma para un niño promedio (se calcula 2mg/cm2), 30 minutos antes de exponerse al sol. Reponer si se mojan o sudan, y aplicar nuevamente cada 2 o 3 horas. En el caso de los menores de 6 meses, no se debe usar ningún protector (ni los aptos para bebés), no es recomendable que los menores de 1 año se expongan al sol.
Asimismo, la dermatóloga pediátrica diferencia el nivel de permanencia de los protectores, entre los que son resistentes al agua (o water resistant), que permanecen luego de 40 minutos de inmersión, de los impermeables al agua (o water proof), perduran en la piel luego de 80 minutos.
Más estrategias para la protección solar: las barreras físicas
La ropa con UPF (factor de protección ultravioleta) es una excelente propuesta, sobre todo para aquellos que les resulta difícil colocarles el protector solar
Las ventajas son:
- Más fáciles de colocar y hay menos riesgo de dejar una zona al descubierto.
- Más económicas porque rinden varias temporadas.
- Más ecológicas, ya que no dejan residuos en el ambiente.
Elegir colores brillantes u oscuros, con telas de alta densidad de tejido (o baja porosidad), y deben quedar holgadas (si la prenda es ajustada al estirarse permite el paso de la luz UV). Existen prendas que, aparte del material que utilizan, tienen ciertos tratamientos con sustancias que aumentan su capacidad de protección. Este tipo de prendas puede perder efectividad con los lavados y el uso, se recomienda reemplazar cada 2 o 3 años.
En USA y Europa existen certificaciones como por ejemplo UV Standard 801, se puede ver la certificación en la etiqueta al comprar la prenda. En Argentina aún no está legislada la certificación, si bien uno puede ver el índice de protección en las indicaciones, esto no está todavía avalado por ninguna entidad
También, debemos sumar lentes con protección solar, gorros de ala ancha que cubra las orejas, rostro y nuca. Además, si van a usar repelente, primero va el protector y luego de 15 minutos, se aplica el repelente.
Kit de viaje para protegernos del sol
-Protector solar.
-Repelente de insectos con deet o icaridina (no sirven los de citronela).
-Crema humectante.
-Pasta al agua.
-Vaselina sólida.
-Gasas y tela adhesiva.
-Siempre tener a mano un termo con agua fresca.
Asesoró: Dra. María Javiera González Velardo, Dermatóloga Pediatra (MN 120452).