Amalia Catharina nació el 7 de diciembre de 2003 en La Haya y es la hija mayor del rey Guillermo Alejandro y de la reina consorte, la argentina Máxima Zorreguieta. Esto la convierte en la heredera directa al trono, cargo para el que se prepara desde que es chica.
La joven celebrará este miércoles su cumpleaños número 19 en una fiesta en privado, al igual que ha llevado sus últimos meses, a pesar de que, tras cumplir 18 años, planeaba dejarse ver más a menudo en público y llevar una vida lo más normal posible.
En abril de 2013, cuando su padre se convirtió en rey, Amalia quedó a un paso del trono, con apenas nueve años. Con el tiempo, empezó a ser conocida como "la princesa rebelde", debido a su crítica a ciertas costumbres establecidas de la monarquía y, por ejemplo, decidió tomarse un año sabático al finalizar el bachillerato para pensar en su futuro.
Al alcanzar la mayoría de edad, la joven se sumó al Consejo de Estado de los Países Bajos, aunque solo para conocer de cerca cómo funcionan las instituciones y no posee votos en la toma de decisiones.
A sus 18 años, la periodista Claudia de Breij, editó una biografía de la princesa en la que dejó ver buena parte de su personalidad y su vida privada, y contó cosas como que acude a un psicólogo desde que es niña.
"A veces todo se vuelve demasiado para mí", dijo la joven. Y añadió: "Si siento la necesidad, pido una cita: me desahogo, lo saco todo y ya estoy lista para un mes".
Amalia, princesa en peligro
El pasado verano, cuando las autoridades neerlandesas tuvieron que reforzar su seguridad y la del primer ministro Mark Rutte, por temores a que sean objetivo de grupos del crimen organizado, después de que sus nombres aparecieran en mensajes interceptados por la policía insinuando un posible secuestro o ataque.
Esto llevó a la joven a cancelar su mudanza a su piso de estudiante en Ámsterdam, donde empezó en septiembre su carrera en Política, Psicología, Derecho y Economía, y renunció así a llevar una vida universitaria como la de sus compañeros, para volver a vivir con sus padres en La Haya y salir solo para acudir a clase.
Esas amenazas tuvieron "enormes consecuencias" para la vida de la princesa y desde entonces se encuentra en una situación "muy difícil", según dijeron su madre, la reina Máxima, y su padre, el rey Guillermo Alejandro.
Además, durante el último año, la princesa entró en contacto con el Ejército de Países Bajos. El comandante de las Fuerzas Armadas, el general Onno Eichelsheim, le ofreció una primera introducción a las fuerzas aéreas, el ejército de tierra y la marina real.
A sus 19 años, la hoja de ruta de la primogénita de los reyes Guillermo y Máxima cambió. Sigue acudiendo a clase pero las salidas de palacio son limitadas y en este tiempo tan solo ha acudido a un acto público. A comienzos de noviembre visitó con sus padres y sus dos hermanas la exposición El Siglo de Juliana, que repasa la vida de su bisabuela, la reina Juliana, y que se exhibe precisamente en Ámsterdam. Está previsto además que a comienzos de 2023 haga su primer viaje oficial al Caribe holandés junto al monarca y su esposa.
Se espera que la Familia Real tome una decisión orientada a que la princesa Amalia pueda tener una experiencia universitaria normal, exenta de amenazas y temores. De hecho, la reina Máxima aseguraba recientemente que este tema está sobre la mesa. "En algún momento tenemos que tomar la decisión sobre lo que vamos a hacer y cuánto tiempo tomará, pero por ahora va bien", decía. También explicaba que su hija no lleva una vida "deseable para una jovencita" y alabó, al igual que el Rey, la valentía con la que la heredera se ha enfrentado a los cambios y a las restricciones en su libertad.
