Leucofilum cenizo es una de las plantas ideales para personas ocupadas o para jardines que reciben bajo mantenimiento.
Decorativo y súper fácil de cuidar, se adapta sin problemas a climas extremos y es capaz de soportar largos períodos de sequía.
El nombre científico del cenizo es Leucophyllum frutescens y se trata de un arbusto siempreverde que pertenece a la familia Scrophulariaceae, del género Leucophyllum.
Nativo del norte de México y el sudoeste de los Estados Unidos, tiene hojas de color gris plateado debido a la presencia de múltiples 'pelitos' que las protegen de los rayos del sol y del exceso de transpiración.
Sus flores son divinas, tienen un color tirando a rosa-lavanda y están colocadas individualmente en la axila de la hoja. Sin embargo, también hay variedades con flores blancas y más compactas.
El cenizo es una planta especial para jardines que reciben pocos cuidados, para jardines cercanos al mar o para colocar cerca de piletas.
Cómo cuidar el cenizo
- Luz y ubicación: crece lentamente en exteriores a pleno sol.
- Temperatura: tolera muy bien las altas temperaturas y las bajas de hasta -7° C. Además, resiste bastante bien las zonas con fuertes vientos y extrema sequía.
- Sustrato: es una planta indicada para suelos con características semi áridas y zonas donde el clima tiene pocas precipitaciones anuales. La clave está en garantizarle un sustrato con textura arenosa que no tenga un pH ácido.
- Riegos: debido a su excelente tolerancia a las sequías y a su poca necesidad de agua, no necesita de riegos muy abundantes. Sin embargo, durante su época de floración, se recomienda aumentar apenas la cantidad y la frecuencia.