La princesa Charlène cumple este miércoles, 25 de enero, 45 años. Nació en Zimbabue bajo el nombre de Chàrlene Wittstock, hija de un ejecutivo de ventas y de una ex instructora de natación, que ya tenían un hijo y que luego tendrían otro más. Una familia de origen alemán que hacía años se había establecido en Sudáfrica, siguiendo los pasos de sus antepasados.
Repasamos algunos momentos emblemáticos de la vida de quien es hoy la princesa de Mónaco, que pasó de ser una deportista olímpica a una de las personalidades más enigmáticas de las monarquías europeas:
1- Su desempeño como nadadora profesional
Dicen quienes la conocen de cerca que tiene una gran fortaleza y que fue educada en los valores de superación, constancia y resiliencia que tan importantes fueron para ella durante su etapa como deportista.
Como nadadora profesional, Charlène participó en los Juegos Olímpicos de Sidney en 2000: era parte del equipo de relevos, que en esa competencia obtuvo el quinto puesto.
Dos años más tarde, obtuvo el sexto puesto en el Campeonato Mundial de Natación en espalda, que es su especialidad, y con este mismo estilo revalidó su título de campeona de Sudáfrica en 50 metros. Con varios títulos nacionales en su haber, su próximo sueño era participar de los Juegos Olímpicos de 2008, que se celebraron en Pekín, pero una lesión en su hombro se lo impidió.
2- El momento en el que conoció a Alberto de Mónaco
Charlène y quien es hoy su marido se conocieron en el año 2000, cuando se celebró en el Principado de Mónaco un campeonato de natación en el que ella ganó la medalla de oro en la prueba de 200 metros espalda.
En 2006 oficializaron su relación y en 2010 anunciaron su compromiso.
3- De Chàrlene Wittstock a "su Alteza Serenísima": la esperada boda real
El 1 de julio de 2011 Chàrlene y Alberto tuvieron su unión civil en el Salón del Trono del Palacio Grimaldi y, al día siguiente, se realizó la ceremonia católica en el patio de la residencia real.
Hubo más de 3.500 invitados entre los que se encontraba la familia Grimaldi completa, representantes de otras casas reales europeas y celebridades internacionales.
4- El nacimiento de sus hijos, Jacques y Gabriella
El 30 de mayo de 2014 el Palacio Grimaldi comunicó que la princesa Charlène estaba embarazada y que daría a luz a finales de ese año.
El 10 de diciembre de ese año dio a luz a sus gemelos, Gabriella y Jacques, en el Hospital Princess Grace de Mónaco.
5- El viaje a Sudáfrica que terminó de la peor manera
En mayo de 2021, la princesa Charlène viajó a su país natal para apoyar una campaña contra la caza furtiva del rinoceronte. Pero, lo que parecía ser una estadía breve, se transformó en varios meses: contrajo una grave infección que afectó su nariz, sus oídos y su garganta que le impedía subirse a un avión y regresar a Mónaco.
Por este motivo, la princesa fue tratada en el país africano, debiéndose someter a tres cirugías. En medio de un gran hermetismo, el Principado brindaba escuetos partes de salud, mientras se mostraban algunas preocupantes imágenes de la princesa, que había bajado mucho de peso. Luego se conocería que, debido a sus operaciones, no podía ingerir alimentos sólidos, lo que afectó aún más su salud.
6- La separación de sus hijos
Durante los más de seis meses que la princesa tuvo que pasar en Sudáfrica, solo recibió la visita de sus hijos en dos ocasiones (al menos, según se dio a conocer oficialmente).
Si bien se comunicaban por videollamada con frecuencia, Charlène pasó todo este tiempo alejada de los mellizos y también de su esposo.
7- Su rehabilitación en Suiza
Superadas las tres cirugías, Charlène fue dada de alta pero no regresó a Mónaco de inmediato: en noviembre de 2021 se decía que necesitaba seguir recuperándose de sus malestares físicos y mentales, que le impedían hacerse cargo de sus hijos y retomar su vida con normalidad.
Por estos motivos, se decidió su internación en una institución especializada de rehabilitación ubicada en Suiza, donde permaneció hasta marzo de 2022.
8- El esperado regreso a Mónaco
El 12 de marzo de 2022 Chàrlene regresó a Mónaco, donde su marido y sus hijos la recibieron en la intimidad. En aquel entonces, no se instaló en el Palacio real, sino en la residencia Roc Agel, propiedad de los Grimaldi que se encuentra entre la frontera de Mónaco y Francia.
