Bautizada "Casa Joy", y con el sello del estudio de arquitectura de Rodrigo Ferreira, es un proyecto profundamente conectado con la integración de la naturaleza y el diseño, y con un uso particular y elegante de la luz -tanto natural como artificial-.
Esta lujosa y moderna casa oriental de hormigón, vidrio y madera fue construida para una mujer activa, poco convencional y culta, de unos 70 años y su familia, para que sirviera de refugio y lugar de encuentro para todos ellos.
Está ubicada en una exclusiva comunidad cerrada en las afueras de Goiânia, llena de valles y rica en vegetación nativa.
Las principales preocupaciones del arquitecto fueron, además de la accesibilidad, la creación de un concepto de grandes vacíos para facilitar la libertad de movimiento y permitir que todos los ambientes sean fluidos e integrados en la vegetación natural externa.
Con una fuerte pendiente, el terreno se dividió en tres tercios:
- El 1/3 del medio se destinó a la casa, ubicada a 4m de altura desde el punto cero de la calle, para privilegiar la vista del valle.
- El 1/3 frontal esta destinado al acceso principal y se rellena con una gran rampa de hormigón en forma de "zigzag".
- El 1/3 posterior se reservó para la vegetación.
La casa tiene líneas suaves y orgánicas, con una característica llamativa como un techo cóncavo que descansa sobre seis bóvedas interconectadas por una losa de hormigón macizo de espesor variable.
Las curvas del techo se construyeron pensando en el vuelo de un pájaro.
En la galería de arcos, donde se ubica el living, la cocina y el balcón, la altura del techo es doble y la iluminación en el piso llama la atención creando un baño de luz sobre la losa, con sombras y escenas lúdicas.
El área íntima y privada se encuentra en el bloque inferior y cada habitación tiene su propio baño privado y un invernadero.
Los sectores de servicios y relax están interconectados en la parte trasera de la casa, donde se ubica un muro de piedra natural de 2,5 m de altura y 25 m de longitud, una sorpresa que no estaba en el proyecto de cimentación.
Este muro de piedra fue tratado como un elemento escultórico, sin mencionar el agua que corre por él, creando un ambiente fresco, único y sorprendente.
Además, un panel de azulejos blancos con una deslumbrante bandada de pájaros azules y dorados fue diseñado por la artista Iêda Jardim, mejorando aún más el diseño del sector de ocio.
Ficha técnica
Arquitectos: Studio Rodrigo Ferreira.
Ubicación: Aldeia do Vale, Brasil.
Área proyecto: 370 m2.
Fotos: gentileza Marcus Camargo.