Fue el vestido más caro del mundo, estaba hecho con placas de oro y diamantes engarzados. El llamado El vestido a la Hardy, una especie de camiseta corta de mangas largas, lo diseñó Paco Rabanne en 1968 para la cantante francesa del momento Françoise Hardy con mil láminas planas de oro unidas entre sí por pequeñas arandelas.
Además, pesaba casi 38 kilos, unos pocos más que ella. Fue uno de los tantos modelos de una serie que convirtieron a la cantante en embajadora y musa incluído el traje de baño realizado con lentejuelas rectangulares de plástico blanco fotografiado para la tapa de una revista francesa.
El 29 de enero de 1968 Rabanne había fundado su casa de moda de alta costura con la presentación de su primera colección que se llamó “Doce vestidos inutilizables en materiales contemporáneos” en el hotel George V. Y tampoco tan inutilizables. Aunque desde la primera fila del hotel de lujo las señoras sentadas, muchas de ellas con tailleur Chanel, blusas Balenciaga y otras con vestidos Givenchy no daban crédito a lo que veían. Algunas no ocultaban la sorpresa, otras se miraban de reojo y estaban quienes desaprobaban con el sarcasmo de una sonrisita, nerviosa. Al lenguaje actual, se volvieron virales. Todas quisieron vestirse con ellos y ser diferentes, modernas y sentirse, sin demasiada conciencia, parte de un momento épico de la moda.
Fue una colección también impactante porque por primera vez había música de fondo y algunas modelos eran negras y bailaban descalzas. Otras llevaban esferas transparentes con las cabezas. Esos 12 vestidos fueron precedidos por la colección Pacotilles de 1965 la cual estuvo realizada con placas de rodoides unidas entre sí por anillos de metal. El rodoide es un material ecológico, es acetato de celulosa que se obtiene de elementos vegetales, como la pulpa de madera y la fibra de algodón. Un visionario de su tiempo.
“No estropees la belleza de una mujer” le decía su madre desde su puesto de jefa de costureras en Balenciaga, una de las mejores y más elegantes casas de moda de la época. Ni fu ni fa: oídos sordos. El también arquitecto afiló aún más su mirada de acero y decidió y demostró que se podía hacer un vestido sin hilo y sin aguja. Coco Chanel lo hizo de manera despectiva y lo llamó el metalúrgico de la moda. Y no se equivocó. Sus elementos de trabajo eran más cercanos a un metalúrgico que a un couturier: una pinza, arandelas metálicas, piezas de metal, lentejuelas de chapa, de bronce, remaches y otros elementos hasta ese momento imposibles de pensarlos en una industria bastante pacata y exclusiva.
Si bien sus contemporáneos Pierre Cardin y Courreges estaban en un limbo de moda con aires espaciales, Rabanne le puso la tercera estrella a ese estilo futurista. Y fue extremo, opuesto, vanguardista, subversivo y audaz. Un convencido que entendió e hizo que las mujeres se sientan fuertes en una sociedad que sugería lo contrario usando vestidos de metal. ¿Porqué el metal? Si bien nunca fue preciso al respecto quizás fue la manera que encontró para cubrirse, para defenderse cual caparazón, de las balas que fusilaron a su padre durante la guerra civil española y lo llevaron junto a su madre al exilio frances en 1936 cuando era apenas un niño.
Consideraba que la moda era exploración. Fue un símbolo de su época, un nuevo concepto de moda cuyos elementos “de costura” eran el vinilo, el aluminio o el plástico. Y fruto de esa exploración también surgieron un sin numero de fragancias todas exitosas desde aquel Calandre que nació en 1969 en colaboración con Puig, el grupo económico que hoy tiene los doiminios de la firma.
Aunque los rumores dicen que es el favorito para mudarse a Givenchy como director creativo, Julien Dossena continúa siendo el actual diseñador de Paco Rabanne desde 2013 y quien logra con honores mantenerla en la cima una industria feroz que cada vez perdona menos. El mismo Dossena expersó hoy en su cuenta de Instagram: Gracias Monsieur Rabanne, gracias por ser un costurero que definió la modernidad y acompañó una revolución cultural. Un artista total que, al expresar su utopía personal, contribuyó a la evolución de la visión del mundo. Gracias por éste legado”.
En numerología el 18 simboliza la independencia y la creación de cosas que duran. El 88 significa éxito, y el 8 suele entenderse como un punto de unión entre lo espiritual y significa terminar, y también representa un nuevo comienzo. Nació Francisco Rabaneda y Cuervo un 18 de febrero de 1934 en España y murió como Paco Rabanne hoy en su casa de Finistère en Francia a los 88 años.
