Este domingo se vivió una nueva gala de eliminación en Gran Hermano, en una etapa del programa donde ya se vive el último tramo del reality. En esta placa únicamente conformada por mujeres, Julieta, Lucila y Camila se midieron la popularidad, dando un final poco predecible para los televidentes.
La primera en ser salvada por el público fue Julieta Poggio (23.5 %), que se mostró emocionada por haber pasado esta nueva instancia . "Gracias por quererme así como soy y por bancarme una placa más. Esto lo soñé siempre", expresó la joven, tras conocer el veredicto anunciado por el conductor Santiago del Moro.
Finalmente, Lucila "La Tora" Villar quedó eliminada, en esta segunda oportunidad donde había reingresado. Con un 56.96 %, la participante recibió la máxima votación frente a un 43.04 % de Camila, quien esperaba el resultado con mucha más tranquilidad que ella.
En su presentación de Gran Hermano, Lucila se había definido como una persona líder y que tenía una personalidad fuerte, algo que no pasó desapercibido. "Tuve que pasar muchas cosas y eso forjó mi carácter", había expresado, en diálogo con Santiago del Moro, sin dar muchos detalles.
Tiempo después, en su reingreso, La Tora se había animado a revelar su historia de vida, que incluía una lamentable historia de abuso sexual. En esta segunda etapa, la joven había demostrado un carácter distinto al inicial, mostrándose mucho más dispuesta a entablar relaciones con el resto de sus compañeros y se apoyó en Nacho, con quien entabló una relación amorosa.
Finalmente, el ingreso de su madre al reality no la favoreció, ya que tuvo actitudes que le jugaron en contra con el público. Además, su cambio repentino de carácter había sido alertado por Romina y Julieta, quienes veían con mala cara esta nueva Lucila, que no parecía ser realmente genuina.
