Los arquitectos del estudio VDV ARQ asumieron el desafío de actualizar y poner en valor un departamento de 77m2, ubicado en la planta baja de un histórico edificio de los años 20, situado sobre el pasaje Sargento Cabral, un lugar atípico del barrio de Retiro en la Ciudad de Buenos Aires y en cercanías con edificios históricos como el Palacio Anchorena, Cancillería, plaza San Martín y el Circulo Militar.
Implantado en una zona monofuncional de oficinas que comienza a transformarse, "Cabral" es un proyecto que surge de la post-pandemia, con la voluntad de repensar las formas de habitar y la necesidad de una mixtura de usos en la ciudad, garantizando su activación en todo momento y dejando atrás paradigmas estancos de otras épocas.
Previamente, el departamento había sido convertido en una oficina, fragmentando la espacialidad original y quitando la cualificación de los espacios. Deshacer esta anomia, fue el punto de partida para proyectar un espacio con identidad, integrado, abierto y flexible.
El principal desafío era entonces recuperar y poner en valor los principales rasgos y espacios arquitectónicos, intentando descubrir y reconocer los elementos originales para poner su carácter en manifiesto.
Es por eso que la nueva vivienda no podía cometer los viejos errores: debía poder ser flexible y adaptable a las formas de vida contemporáneas y mutar con el tiempo planteando un espacio en el que puedan suceder distintos eventos y usos.
Así, la principal intervención, es una pieza que concentra todos los usos un mueble que enfoca los espacios fijos contra el muro lateral, liberando y asistiendo a todo el espacio principal. A lo largo de su eje longitudinal propone los usos que luego se expanden hacia el centro del ambiente, acompañado con mobiliario más flexible que le da un apoyo a estos usos fijos.
El resultado es un espacio que basa su singularidad en la contraposición de la esencia histórica y en el compromiso de la contemporaneidad.
La cuidadosa selección de materiales naturales, de procesos locales, como el ladrillo y el terrazo in situ y aprovechar la complejidad de los existentes, fue clave para potenciar y generar nuevos contrastes que pongan en valor los procesos históricos.
Si bien una reforma en un edificio protegido plantea desafíos complejos, el diseño tanto interior como exterior desde su inicio contempló intervenciones mínimas, con el fin de potenciar los rasgos históricos y cuidar la eficiencia de los sistemas de climatización y energía.
Ficha técnica
Arquitectos: VDV ARQ
Superficie total: 72 m2
Año del proyecto: 2022
Fotos: Fernando Schapochnik