Este 17 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño bajo el lema “El sueño es esencial para la salud” para sensibilizarnos sobre la importancia que tiene dormir bien, y de prevenir y abordar los trastornos del sueño.
“El dormir es uno de los procesos vitales más importantes y la falta de sueño, un problema de salud. En esta línea, debemos señalar que si bien el patrón y la duración del sueño, son propios de cada individuo, se evaluará la duración, la continuidad y la profundidad del sueño, en la búsqueda del sueño reparador”, señala Julieta Orlandi, médica especialista en Geriatría y Medicina Interna (MN 144.666 | MP 551.345); y coordinadora del Área Clínica Médica del Sanatorio San Gabriel.
En este sentido, la especialista explica que la necesidad de articular las demandas laborales, académicas y las de la vida socio-familiar puede provocar que las personas descansen menos cantidad de horas de las que se requieren para tener un sueño reparador.
Así, Orlandi plantea que dormir menos de lo que se necesita “impacta negativamente en la atención, en la memoria y en el aprendizaje. Puede generar cambios de humor; ansiedad, depresión, incremento de los niveles de azúcar (diabetes), aumento de la presión arterial y obesidad, entre otras complicaciones”.
Y añade que los trastornos de sueño ocurren con más frecuencia en la población general y su origen suele tener varias causas, por lo que requieren un abordaje integral.
Cuál es el tratamiento para poder dormir bien
Sobre el tratamiento para lograr un sueño reparador, Orlandi afirma que, si bien los fármacos que suelen utilizarse para manejar el insomnio actúan induciendo el sueño o prolongando el tiempo de sueño, “ninguno de ellos actúa sobre la etapa donde alcanzamos un sueño reparador, suelen generar acostumbramiento y luego de un tiempo su efecto disminuye”.
Por ello, enfatiza en la importancia de la consulta con un especialista y que la medicación no sea la única medida terapéutica. “Es fundamental que se tomen también medidas ambientales y se analicen los factores que pueden provocar el insomnio”, subraya.
Cómo colaborar con la higiene del sueño
Es la manera de minimizar o eliminar los factores externos para alcanzar un sueño reparador. Algunas de estas pautas son:
-Ajustar un horario de sueño: acostarse y levantarse a la misma hora cada día.
-Evitar consumir grandes cantidades de azúcar, bebidas alcohólicas, cafeína y nicotina antes de acostarse.
-No hacer ejercicio muy tarde durante el día.
-Relajarse antes de acostarse; por ejemplo, con un baño caliente.
-Crear un ambiente apropiado para dormir. Para ello se recomienda deshacerse de las distracciones que se tengan en la habitación como una cama incómoda, el televisor o la computadora. También establecer una temperatura agradable (no muy por encima de los 23º) y niveles mínimos de luz y ruido.
-Visitar al médico si continúan los problemas para dormir. Hablar con el médico si se sospecha que se tiene un trastorno del sueño, como insomnio, apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas o narcolepsia.
Fuente: Julieta Orlandi, médica especialista en Geriatría y Medicina Interna (MN 144.666 | MP 551.345); y coordinadora del Área Clínica Médica del Sanatorio San Gabriel.