“Acmée en francés es una palabra poco conocida y utilizada que designa la culminación del dolor y placer. Me gusta este doble sentido que puede ser percibido por cada persona como mejor le parezca, según su experiencia. Culminación del hedonismo, cumbre de la voluptuosidad, Acmée es un homenaje a las mujeres libres y audaces que no se atreven a dejarse intimidar” nos cuenta Sophie Lacombe, creadora de Acmée, la primera casa franco-argentina de joyería ética hecha de oro, plata y diamantes reciclados.
¿Cómo nació la marca?
Desde que tengo uso de razón, siempre he soñado con ser joyera. Mi pasión por las joyas nació muy pronto: mi padre, que viajaba mucho, nos traía a mi hermana y a mí joyas étnicas de los países que visitaba. Las joyas siempre me han fascinado porque están llenas de cultura y significado.
A medida que pasaba el tiempo y conocía gente, la idea de diseñar mis propias joyas y lanzar mi marca se fue afianzando: me formé en Gestión Empresarial y Marketing de Lujo en Edhec y obtuve un diploma en Gemología del GIA de Londres. Al final de mis estudios, me incorporé al departamento de Marketing de Alta Joyería de Van Cleef & Arpels en París. En 2015, a los 25 años, me atrapó el gusto por viajar, el deseo de descubrir otros horizontes, otras culturas.
¿Cómo llegaste a Argentina?
Dejé la escena parisina para viajar por Asia y Sudamérica, en busca de otros lugares y de mí misma. Me enamoré de la capital argentina y me instalé allí. Me di cuenta de que existía una oportunidad real para una marca de joyas de diseño. Mientras que crear mi propia marca en Francia me parecía entonces un reto insuperable, descubrí en Argentina un país donde el espíritu empresarial es algo natural. Buenos Aires es una ciudad llena de energía creativa donde cada día nacen decenas de marcas: me dejé llevar por el ambiente de la ciudad. En 2018, tras meses de desarrollo de producto, lancé Acmée. Hoy una marca bien establecida en Argentina, con un pequeño equipo de 4 personas.
¿Cómo es el proceso de diseño?
Es bastante instintivo: creo piezas que quiero llevar todos los días. Mi principal inspiración es el cuerpo femenino y cómo sublimarlo. La mayoría son minimalistas porque me gusta llevarlos acumulados y no quitármelos nunca, tienen que ser fáciles de llevar. En oro y diamantes, las creaciones están necesariamente limitadas por un determinado presupuesto porque realmente creo piezas para llevarlas todos los días y no para usarlas sólo en raras ocasiones. Diseñar es un acto de equilibrio constante para capturar la esencia del casual chic “à la française”: su delicadeza, su sofisticación. Inventar y elaborar piezas con una estética sencilla y a su vez atrevida e innovar con diseños minimalistas y formas singulares de llevar las joyas.
Son la primera marca de joyería ética del país, ¿qué significa eso? ¿Cómo se consigue el oro y el resto de los materiales reciclados con los que trabajan?
La joyería ética se basa en varios pilares fundamentales; por un lado, la durabilidad de las joyas: en el caso de Acmée, son modelos atemporales hechos de oro de 18 quilates, plata 925 y platino. Fabricamos nuestras piezas con metales preciosos que les dan un valor intrínseco y representan una inversión a largo plazo.
Por el otro, los metales preciosos son 100% reciclados y, de esa forma, se limita su impacto en el medio ambiente. Al refundir y transformar el oro y la plata hasta el infinito, se reduce la minería, una industria altamente contaminante y limita el agotamiento de los recursos de la Tierra.
A su vez, debe haber un origen y fabricación centralizados, para que el circuito sea corto. También es importante destacar que, al realizarse a través de pedido previo y no hay stock, se evita la sobreproducción y despilfarro. Por último, las materias primas proceden de la reelaboración de piezas vintage, joyas rotas y residuos de talleres. El oro y la plata se recogen, funden y transforman en nuevas aleaciones que utilizamos para hacer nuestras piezas.
Hace unos meses Prada sacó una línea de joyas con oro reciclado. ¿Es este el futuro de la joyería?
Es el futuro, sin duda; hoy en día el conocido fast fashion no está bien visto. Las joyas tienen un propósito, un discurso, una historia que contar; las grandes cadenas no pueden ofrecer esto último, un valor agregado diferente.
¿Cómo conseguimos sus productos?
Los canales de comercialización son nuestro e-commerce y el showroom que queda en Palermo. Para asistir, hay que solicitar cita previa.