Si existe un electrodoméstico que nos hace la vida más fácil y nos ayuda a ahorrar tiempo en nuestras tareas domésticas, ese es, sin lugar a dudas, el lavavajillas. Pero para que los platos y utensilios salgan siempre limpios y relucientes, necesita mantenimiento frecuente, no sólo para prolongar su vida útil sino también para evitar la acumulación de suciedad y malos olores.
En esta nota te compartimos una guía con tips y trucos caseros para limpiar tu lavavajillas de manera efectiva.
Cómo limpiar el lavavajillas
1. Retirá los restos de comida y los objetos sueltos
Antes de empezar a limpiar el lavavajillas, asegurate de retirar todos los restos de comida y los objetos sueltos -como restos de papel, escarbadientes, etc-. Esto evitará que se obstruya el filtro y reducirá el riesgo de dañar el lavavajillas.
2. Limpiá el filtro y las mangueras
El filtro y las mangueras del lavavajillas son propensos a acumular suciedad y residuos, lo que puede obstruir el flujo de agua y causar malos olores. Para limpiarlos, solo tenés que retirarlos y enjuagarlos con agua tibia y jabón suave. Podés usar un cepillo de dientes viejo.
3. Limpiá el interior del lavavajillas con una solución de agua y vinagre blanco
Para limpiar el interior del lavavajillas podés usar una solución de agua caliente y vinagre blanco.
- Llená un recipiente con agua caliente y colocá una taza de vinagre blanco.
- Colocá el recipiente en la rejilla superior del lavavajillas.
- Ejecutá un ciclo de lavado completo, asegurándote de seleccionar la temperatura más alta.
4. Eliminá los malos olores con bicarbonato de sodio
Si tu lavavajillas desprende olor feo, podés eliminarlo fácilmente usando bicarbonato de sodio.
- Espolvoreá una taza de bicarbonato de sodio en el fondo del lavavajillas.
- Ejecutá un ciclo de lavado completo, seleccionando la temperatura más alta.
5. Limpiá las juntas y la puerta del lavavajillas
Las juntas y la puerta del lavavajillas también pueden acumular suciedad y residuos, lo que puede contribuir a la aparición de malos olores y suciedad. Para limpiarlas, utilizá un paño suave y húmedo, y una solución de agua tibia con jabón suave.
