Ahora que comenzó el frío y las casas se cierran a patios y jardines, planificar un jardín de invierno se convierte en una opción tentadora para seguir con la onda verde en otoño y en invierno también.
Para que tengas una idea son una extensión de la casa en el verde: una caja de cristal que propone un refugio (un living, un comedor, un escritorio o lugar de lectura y hasta por qué no un invernadero) bajo el cielo azul o las estrellas.
Plantas, muchas plantas, muebles rústicos y delicados, una o más paredes de vidrio, techos transparentes (en lo posible) y un buen caudal de luz natural son algunas de las claves para diseñar un buen jardín de invierno.
Mirá cómo hacerlo y anotá estos tips y consejos.
Qué muebles elegir para un jardín de invierno
En general, para estos espacios que parecen detenidos en el tiempo, se buscan muebles atemporales, ni muy modernos ni muy antiguos.
Sí el mix, lo rústico combinado con algo antique y la comodidad como estandarte: los jardines de invierno son un refugio de relax y distensión, no apto para ruidosos.
Plantas en macetas, estrellas de jardines de invierno
Algunos jardines de invierno tienen la impronta (o el rol) de un invernadero y otros se presentan como una extensión de la casa en el jardín y bajo techo, con un cerramiento que los comunica directo con el exterior. En cualquier caso, las plantas son un ingrediente clave.
Como las macetas tienen aquí un rol decorativo, combinar materiales y proporciones servirá para dar vistosidad al lugar.
Qué piso elegir para un jardín de invierno
Adoquines premoldeados, ladrillos macizos, calcáreos lisos o con diseño, cemento alisado gris o con ferrites: estos son los materiales más presentes cuando se trata de jardines de invierno. Son prácticos, duraderos, se pueden mojar al regar las plantas) y acompañan (o refuerzan) el matiz romántico de estos espacios.
Cómo iluminar un jardín de invierno
Lámparas con caireles, candelabros, fanales, velas, siempre velas o las más modernas guirnaldas... La iluminación de un jardín de invierno apunta a imprimirle un matiz romántico, clásico o bohemio, según tu gusto.
Chimeneas o salamandras: top del jardín de invierno
Por responsabilidad del vidrio y de su ubicación, de cara al jardín, estos espacios suelen ser muy fríos en invierno. Calefaccionarlos es una opción funcional y decorativa (y sensorial) a la vez: sentarse a mirar el fuego en la chimenea o dejarse embriagar por el perfume de la leña en la salamandra, hacen al ritual de disfrutar a full de un jardín de invierno. ¿Un consejo? No prescindas de ellos.
Un comedor en jardines de invierno
Un uso diferente pero con muy buenos resultados para jardines de invierno, es el de ubicar allí el comedor. Comer bajo las estrellas, o disfrutando de la luz natural durante el día, rodeado de plantas y de cara al jardín, es siempre una modalidad placentera.
Muebles con mezcla de estilos, piezas rústicas y muchos textiles (cómodos almohadones, mantas, caminos de mesa) son buenos condimentos.