Las áreas STEM, aquellas vinculadas con las ingenierías, la tecnología, las ciencias y las matemáticas, son de los sectores más masculinizados en nuestras sociedades. Estereotipos de género y sesgos en la educación van excluyendo a las mujeres de estos intereses. Por este motivo, el 22 de abril se conmemora el Día Internacional de las Niñas en TICs. Una fecha para concientizar sobre la importancia de promover una educación que no condicione, por motivos de género, la participación en algunas disciplinas. Desde Grow - género y trabajo, analizamos los datos del sector, para pensar algunas acciones posibles.
Las niñas, ¿desinteresadas?
Los gustos, los intereses, las habilidades, muchas veces tienen explicaciones culturales. Según un estudio realizado en Reino Unido, con el tiempo las infancias van perdiendo interés en materias STEM. Pero las niñas lo pierden en mayor medida que los niños. Si a la edad de 10 y 11 años, cerca de 3 de cada 4 niños/as tenía interés en estas áreas, a los 18 años estos números bajan drásticamente: 1 de cada 3 varones, y 1 de cada 5 mujeres (Unesco, 2019).
Cómo pensamos estas áreas, y qué promovemos en niños y en niñas, seguramente tenga alguna influencia. Georgina Sticco, cofundadora y directora de Grow - género y trabajo, sostiene: “Tenemos que dejar de pensar a las áreas STEM como ciencias duras, como difíciles. Estamos dándole una complejidad mayor que a otras ciencias, asumiendo que quienes pueden abordarlas son personas más inteligentes. Eso es un beneficio para toda la sociedad, no solo para las mujeres”.
Los avances tecnológicos, no debería ser solo cosa de varones
Según datos de la ONU, las mujeres están subrepresentadas en todas las áreas vinculadas al mundo tecnológico. Representan solamente el 35% de las carreras STEM. En cuanto al mercado laboral, ocupan menos de la tercera parte de los puestos del sector de tecnologías y sólo son el 22% de las personas empleadas en áreas de inteligencia artificial (IA), un sector que ha estado en primer plano los últimos meses, por sus avances y su potencial desarrollo (ONU 2023).
Es decir que la supuesta falta de interés, o la poca facilidad en algunas áreas que se le atribuye a las mujeres solo por el hecho de ser mujeres, terminan limitando las posibilidades de desarrollo profesional, y en este caso en particular, en áreas de un enorme potencial. Así, la división sexual del trabajo se adapta a los nuevos tiempos, y encuentra nuevas formas de generar brechas en materia de género. Incorporar más mujeres en estas áreas de desarrollo, es fundamental para no profundizar estas brechas.
El rol de la educación
Es un lugar común pensar en la educación como la herramienta para solucionar los problemas que tenemos como sociedad. Ahora bien, ¿qué educación? Es importante entender que las enseñanzas durante la primera etapa de la vida pueden tener efectos que perduren en el tiempo. Desde Grow- género y trabajo consideramos que promover una educación libre de estereotipos, que no condicione intereses y habilidades por motivos de género, es una deuda que tenemos como sociedad para garantizar que todas las personas puedan desarrollarse en igualdad de condiciones.
Fuente: Equipo Grow-género y trabajo
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