Finalmente llegó el día de la tan esperada coronación del rey Carlos III y alrededor de 2900 piedras preciosas brillarán desde su corona. Siendo el diamante Cullinan II de 317 quilates la pieza más importante. Sin embargo, también se destaca el rubí del príncipe negro, una de las piedras rojas sin tallar más grandes del planeta. Y éste, ha sobrevivido a muchos acontecimientos históricos que esconden muchas leyendas.
Una pieza única
El rubí del príncipe negro tiene 170 quilates y a pesar de lo que muchos piensan no fue robada de la casa castellana de Borgoña. De hecho, llegó a Reino Unido casi de casualidad. Si nos remontamos a cientos de años atrás, un rey castellano asesinó a un monarca granadino que llevaba esta piedra entre sus pertenencias. Éste no dudó en sacársela, aunque no le duró mucho. Años más tarde tuvo que entregarla en forma de pago al hijo de Eduardo III de Inglaterra.
Se agregó a la corona
La reina Victoria decidió agregarla a la corona del Estado Imperial creada por los joyeros Rundell and Bridge. La lució en su coronación en 1838, algo que quedó en su retrato oficial en el que puede verse a la monarca con la piedra roja. La corona sufrió varias modificaciones en el último siglo. Ahora según varios expertos en realeza, este rubí podría traer mala suerte. Muchos de los que la llevaron terminaron muertos o arruinados. Pero Carlos III no se deja llevar por las supersticiones. Se casa el día después de un eclipse de luna llena, que hace siglos representaba un mal augurio y mientras mercurio está retrogradando.
Un día histórico
Dejando de lado todas las leyendas que hay detrás una institución tan antigua como la corona. Finalmente este sábado 6 de mayo Carlos tendrá su tan esperada coronación. Con 74 años será el rey con más edad en llegar al trono, y es que tuvo que esperar siete décadas para poder hacerlo. Su madre, la reina Isabel II, fue la más longeva del Reino Unido, convirtiéndose en una de las figuras más importantes de las últimas décadas.