Este sábado se vivió un momento histórico en Londres, con la esperada coronación de Carlos III y de su esposa, Camilla Parker. La ceremonia que se llevó a cabo en la tradicional Abadía de Westminster tuvo todos los condimentos que los royals ingleses saben darle a estos eventos: tradición, pompa, puntillosidad, ceremonial y protocolo.
A pesar de la lluvia y del día gris, todo salió como se esperaba y el acto de coronación fue un suceso que celebraron miles de ciudadanos ingleses que salieron a las calles a festejar por su nuevo rey.
La ceremonia tuvo infinidad de momentos para recordar, que las cuentas oficiales tanto de los príncipes de Gales como de la Abadía, compartieron una vez finalizada la coronación.