Falta cada vez menos para el próximo fin de semana largo y muchos destinos pueden ser el lugar perfecto para descansar y por qué no para hacer un exitoso “safari fotográfico”.
Es por eso que en esta oportunidad, la periodista Mariela Blanco nos lleva a conocer 4 lugares emblemáticos, llenos de historia y a tan sólo una hora del centro de la Ciudad de Buenos Aires para lograr postales rurales súper "instagrameables".
Y es que después de todo, el relax viene adquiriendo nuevos ribetes... El descanso, en tiempos de Instagram.
1. Estancia Villa María
A 45 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires y a corta distancia de la localidad de Máximo Paz, emerge la estancia Villa María, cuyo nombre rememora al de su antigua dueña, María Girado, mujer de Celedonio Tomás Pereda.
Desde su origen fue un establecimiento precursor de la zona ganadera camino a Cañuelas. Comprende 655 hectáreas con un patrimonio paisajístico y arquitectónico único.
El célebre arquitecto Alejandro Bustillo estuvo a cargo de la construcción de la actual casa con todos los materiales traídos de Europa, para ser utilizada como residencia de verano. Y nada más ni nada menos que el paisajista Benito Carrasco, discípulo de Carlos Thays, trabajó en su parquización.
Si te copa la naturaleza, acá vas a encontrar innumerables especies arbóreas. Y va un datazo: en otoño vas a poder ver los mejores colores de las 300 especies presentes en el parque.
Otra perlita es que hace un siglo, los Pereda tuvieron la brillante idea de construir enfrente de la casa un lago para dar un efecto de espejo de agua donde se refleja el solar.
En algunas memorias, se destaca que María, luego de la hora del té, caminaba por el parque con sus largos vestidos y sombrilla en mano. ¡No me digas que no es una idea genial para tu shooting!
Podés hacer día de campo o alojarte en el hotel. Y algo imperdible: dar un paseo en carruaje.
2. Castillo Guerrero en Domselaar
El castillo Guerrero se caracteriza por su imponente estilo francés: techos a la mansarda, columnas, un sótano en altura y buhardilla en el techo.
En el lugar también se destaca la biblioteca, un gran mueble de 1700, un sillón del 1800 del antiguo teatro Colón, ollas de cobre con más de 140 años, grabados de Giovanni Piranesi, sillas inglesas del siglo XVIII y un comedor con la mesa servida con un juego de loza inglesa que usaban los Guerrero, todo manteniendo la elegancia y el lujo de aquella época.
Pero mas allá de la exquisita arquitectura y valioso mobiliario, allí vas a conocer la verdadera historia de Felicitas Guerrero, la mujer que protagonizó a finales del siglo XIX el primer femicidio de la aristocracia porteña.
Datazo: vas a ver el mismísimo revólver de 1856 con el cual el despechado festejante la asesinó por el simple hecho de haberlo rechazado. También hay varias reliquias de esta tristemente célebre joven, viuda y estanciera.
3. Palacio Sans Souci
Ubicado en Victoria, partido de San Fernando, el palacio Sans Souci es una buena opción para tomarse una pausa de la rutina.
La historia cuenta que Carlos María de Alvear, primo del presidente Marcelo T. de Alvear, le encargó en 1911 al afamado arquitecto francés René Sargent que le diera forma al palacio neoclásico inspirado en el Trianon de Versalles y los constructores Eduardo Lanús y Pablo Hary lo emplazaron finalmente sobre los terrenos que Mercedes Elortondo, esposa de Carlos María, había heredado en Victoria.
Se trata de un edificio emblemático con simetría perfecta, doble escalera, columnatas al estilo dórico y mansardas con tejado de pizarra.
Pero el secreto mejor guardado es que esconde un pequeño Museo Arte Religioso ubicado en lo que fueran las habitaciones de servicio de la residencia inaugurada en 1918 y que en la década del setenta la arquitecta María Josefina Barra de Durini salvó de la demolición y le devolvió su gloria pasada.
Podés tomar el té con visita guiada opcional o disfrutar de una cena en “La Taberna”.
4. Estancia Don Pedro
De todas las opciones, esta es la mas indicada para ir en familia a disfrutar de un día de campo, comerse un buen asado y hacerte las mejores fotos a la hora del sunset.
Y cuando digo toda la familia, nos referimos a que también son bien recibidos las mascotas. Si te preocupaba dejar sólo al pichicho, tenés que saber que este es un lugar “pet friendly” para que nadie se tenga que quedar llorando detrás de la puerta.
Es el típico lugar donde te vas a sentir como en el patio de la abuela porque está atendido por sus dueños.
La estancia está situada en la localidad de Solís, a sólo 20 minutos de San Antonio de Areco, cuna de la tradición gauchesca.
Podés visitar la isla, la granja, hacer caminatas por el parque, andar en bicicleta y disfrutar de los juegos infantiles y de mesa.
En cualquiera de los casos, no vayas sin reservar previamente. Y ya sabés: elegí tu outfit favorito que el próximo fin de semana largo sale sesión de fotos.
Fotos: Mariela Blanco y gentileza de Estancia Villa María, Castillo Gerrero, Palacio Sans Souci y Estancia Don Pedro .
