Es fan de Pollock, de Picasso y de Tapies. A Sol Coppari le gusta de Dalí “su arte surrealista que se centra en la liberación del ser humano de represiones personales y sociales”. La artista plástica que utiliza materiales reciclables para sus obras y que participó de la última edición de Warmichella, reconoce al arte como un amigo invisible: “Pintar es como hacer magia, siempre fue mi cable a tierra. Siento que me convierto en una niña jugando con los colores”.
Hacer arte tiene buena prensa, pero no deja de ser un trabajo. Encontrar un por qué para crear una obra requiere tiempo, paciencia, intentos fallidos, punto muerto y arrancar de cero. Como diría la periodista Leila Guerriero sobre el oficio de escribir: hay que amasar el pan todos los días.
Dentro de este marco contextual de trabajo, para muchos el arte es solamente una fuente de ingreso económico, pero Coppari lo entiende como un puente de conexión con las personas.
“Yo soy muy observadora. Me gusta mucho la naturaleza y los animales. Cuando viajo me detengo a apreciar la maravilla que hay en los paisajes y los pelajes y plumajes de los animales. Muchas veces hasta recreo alguna foto de mi mente, en mis pinturas. También me resultan llamativas las frases y en mis cuadros se puede observar que siempre aparece alguna frase motivadora escondida o a la vista”, aseguró la artista plástica en diálogo con Para Ti.
Dalí es uno de tus referentes artísticos, ¿hay otros pintores en los que encontrás inspiración?
A Salvador Dalí lo amo por su arte surrealista, que se centra en la liberación del ser humano de represiones personales y sociales. A Pablo Piccaso por su cubismo y sus collages y pedazos de papel en sus obras. También agregaría a Antonie Tapies y a Pollock.
La infancia es uno de los factores que aparece con mayor frecuencia en las obras de Coppari; un recurso melancólico donde yace la esencia de su entusiasmo por las artes: “Es como volver a ser niño. Crear es siempre diferente y la búsqueda constante de diversos materiales dan la posibilidad de siempre ver algo nuevo, algo distinto”.
¿A quiénes querés llegar a través de la pintura?
Quería llegar a la gente y siento que ya lo logré. El sentimiento de cuando alguien elige una obra tuya es difícil explicarlo con palabras. Uno de mis primeros cuadros me lo compró una mamá para su hija, a la cual le encantó cuando lo vio. Desde ahí supe que mis obras llegaban al corazón de las personas y era todo lo que necesitaba.
Los cuadros de Sol Coppari tienen como punto de conexión la fusión de colores y materiales. Lejos de la corriente minimalista, las obras invitan a la reflexión desde una perspectiva personal y, también, desde una mirada colectiva según el sitio en que habite la obra y la atmósfera que se genere en el lugar.
Encontrá más información en @solcoppari o en @cuanto_arte, la tienda situada en el Puerto de Frutos.