Uno de los temas que más controversia ha causado es referente a la hora del baño. Algunas personas prefieren despertar muy temprano con un rico y energético baño para iniciar el día, mientras que otros aprovechan esos minutos para dormir y dejar la ducha para el final de la jornada, justo después de un arduo día de trabajo o escuela para relajarse.
Al parecer, la segunda parece ser una de las alternativas más viables para la mayoría de las personas actualmente, en especial porque una buena ducha caliente por las noches tiene más beneficios.
Un médico especialista en sueño del Instituto del Sueño señala que los baños nocturnos con agua caliente estimulan el sistema de termorregulación del cuerpo, facilitando las fases nocturnas del reloj circadiano, situación que promueve el cambio de la temperatura interna del organismo y estimula la segregación de melatonina, la cual es inductora del sueño.
Precisamente hablando sobre la temperatura adecuada para una ducha, esta debe rondar los 38 y los 40° centígrados, durar aproximadamente 10 minutos y ser por lo menos hora y media antes de dormir.
El momento ideal para tomar un baño depende mucho del gusto personal y de las actividades que se hagan durante el día, por ello la decisión depende mucho de ello. Por otra parte, todos aquellos que optan por las duchas nocturnas deben llevar a cabo un lavado matutino en caso que se sude mucho durante la noche.
Otro de los beneficios de la ducha nocturna es que puede ser una buena manera de terminar con los pensamientos negativos y preocupaciones que se tienen durante el día. El contacto de la piel con el agua caliente ayuda al organismo y a la mente a relajarse.
Los baños nocturnos dependen mucho del gusto personal de cada individuo, pero al final no deja de ser una medida de higiene y de estimulación para la hora de dormir.