Solo, sin Meghan Markle ni sus hijos que se quedaron en su casa de Montecito. Así llegó el príncipe Harry a Inglaterra, luego de su visita relámpago para estar en la coronación de su padre, el rey Carlos III, que se llevó a cabo el 6 de mayo en la Abadía de Westminster. Sin embargo, en esta oportunidad debe instalarse por algunas semanas en Londres para subirse al estrado y declarar en el juicio que está realizando contra el Mirror Group Newspaper, a quien lo acusa de haber obtenido información de manera ilegal.
Destrozaron su infancia
Lo que tiene por delante el hijo menor de Lady Di no es fácil. Debe demostrar que la información y las escuchas que él considera que la prensa británica obtuvo de manera ilegal existen. El príncipe Harry es el primer miembro de la realeza británica que se sienta en un banquillo para declarar y por esta razón todo el pueblo inglés está impactado con lo que está contando, además de afirmar que arruinaron por completo su infancia.
Pensó que su padre no era el Rey
En la década del 90, uno de los rumores más fuertes que había era que el rey Carlos III no era el padre de Harry y afirmaban que en realidad era James Hewitt, algo que el hermano del príncipe William creyó que era cierto cuando era adolescente. Más tarde, investigó el tema y entendió que si bien el amorío con su madre existió, no daban las fechas para que sea realmente su padre.
No quiere que se repita la historia
Según reveló, creció rodeado de etiquetas. Cuando estaba en el colegio ya lo acusaban de estar tomando drogas, alejaron a varias de sus novias que no soportaron la exposición mediática y por eso, decidió hacer este juicio. No quiere vivir la persecución que él tuvo toda su vida y mucho menos hoy que tiene una esposa e hijos. El duque de Sussex además admitió que creció con miedo a que lo echen de la Corona por estar constantemente en la tapa de todos los medios y asegura que le hicieron la vida realmente imposible, algo que ahora debe demostrar ante un juez.