Chelsy Davy y el príncipe Harry fueron novios desde el 2004 hasta el 2011. Fue la primera relación seria del hijo menor de Lady Di y el rey Carlos III y según él, la pareja decidió terminar por culpa de los medios que estaban obsesionados con ellos. Davy es la hija de un empresario millonario sudafricano y en los diarios hasta la trataron de stripper. El maltrato que tuvo que soportar fue tan grande que decidió que su vida no podía seguir así, la joven dejó Londres y volvió a su casa familiar.
Mala reputación
Bailaba en bares con poca ropa, tomaba mucho tequila, todas estas cosas decía la prensa británica sobre la novia de Harry. Su mala reputación tenía muy preocupados a la realeza pero según reveló el duque de Sussex esto no era cierto y hacían lo mismo que cualquier adolescente. A pesar de terminar su relación con el hijo de Lady Di, mantuvieron su buena relación con él y la familia. De hecho, ella fue una de las invitadas en la boda del príncipe William y Kate Middleton.
Bajo perfil
La paso tan mal durante los años de relación con el príncipe Harry que su vida dio un giro por completo. Decidió dejar su carrera de abogada, estudió gemología y tiene su firma de joyas éticas. También se alejó por completo de los amigos "fiesteros" de su juventud, los mismos que compartía con el marido de Meghan Markle. Así empezó una nueva vida, una que pensó que nunca iba a poder lograr por la mala imagen que crearon de ella los medios británicos.
Enamorada
Gracias a su nueva vida, conoció a su actual esposo Sam Cutmore-Scott, dueño de hoteles de lujo y padre de su hijo Leo. Alumno de Eton, el mismo colegio al que iba Harry y hermano del actor Scott Cutmore-Scott, actualmente la pareja vive en una casa en las afueras de Londres. Chelsy se dedica casi por completo a ser mamá, aunque tampoco descuida su firma de joyas.