Los cuatro niños que fueron rescatados tras pasar 40 días perdidos en selva amazónica colombiana tras estrellarse el avión en el que viajaban con su madre, el piloto y un líder indígena, quienes murieron en el accidente, se encontraron con cuadros de desnutrición y picaduras de insectos.
En el día de hoy los medios de comunicación el General Carlos Rincón Arango, subdirector médico del Hospital Militar, dijeron que los chicos se encuentran en "condiciones clínicas aceptables", aunque la menor de ellos, Cristin Neriman, que cumplió un año cuando estaba desaparecida junto a sus tres hermanos mayores, "es la que desde el punto de vista nutricional requiere mayor atención”.
Narciso Mucutuy, abuelo de los cuatro menores fue entrevistado por la Cnn y aseguró que los chicos se escondían cada vez que las fuerzas colombianas pasaban por ahí.
"Cuando sonaba el helicóptero ellos se metían debajo de la palizada o de los palos grandes por el miedo que tenían y cuando los paisanos y el ejército los buscaban, Lesly (la mayor) cuenta que pasaban a 10 metros de ellos y ella se quedaba quieta y le tapaba la boca al pequeñito para que no llorara", cuentó muy conmovido.
Y ante la pregunta de la periodista de cómo hicieron para mantener viva a la bebé del grupo contó: "Lesly cuenta que mientas ella tuvo la mamadera le daba de a poquito, pero despues de que se terminó la leche la mantuvieron a pura agua y eso hizo que la niñita tuviera diarrea todo el tiempo"
Y luego continuó: "A dos días de encontralos, la mayor estaba muy cansada y ya no podía caminar más entonces se sentaron todos juntos abrazados y mantuvieron a la babé entre sus piernas".
Cómo están los chicos hoy luego de ser rescatados en la selva colombiana
Lesly Mukutuy, Soleiny, Tiene Noriel y Cristin Neriman, de 13, 9, 5 y un año, respectivamente, se encuentran en "condiciones clínicas aceptables, a pesar de la crisis y la situación vivida en los últimos 40 días", señalaron desde el Hospital Militar a los medios locales. La bebé de un año se encuentra estable, pero es la que "desde el punto de vista nutricional requiere mayor atención”, especificaron.
Por el momento, los chicos no hablaron mucho sobre lo sucedido, aunque sí se reencontraron con sus familiares. "Hablan un poquito todavía y están débiles" aunque "van jugando" y eso es "señal de que van para adelante", contó Astrid Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Una de las visitas que recibieron fue la de su abuelo, Aurelio Megía. "Acabo de venir de mirar a los nietos. Primero, tienen vida, están muy acabaditos, pero yo sé que están en buenas manos, que están en el hospital, yo sé que esto va a salir bien" comentó.
También sus tíos los visitaron. Uno de ellos, Fidencio Valencia, quién dijo en declaraciones recogidas por medios colombianos, que "la ropa se les rompió, se les pudrió, no tenían zapatos. Ellos estaban mal, estaban agotados".
Dairo Juvenal Mucutuy, otro de los tíos, también dió más detalles sobre el estado de salud de los niños, de quien se sabe que presentan desnutrición, deshidratación y lesiones en la piel, muchas como consecuencia de picaduras de insectos. "Cuando llegué a saludarlos, el único que me habló me dijo: ‘Tío, quiero caminar, pero me duelen los pies’", recordó.
Por otro lado, también hoy se confirmó que los cuatro chicos estuvieron acompañados durante algunos días por Wilson, un pastor belga del equipo de rescate que encontró su rastro, pero ahora se encuentra desaparecido. Aunque los chicos aparecieron sanos y salvos, la Operación Esperanza no terminó aún ya que las fuerzas especiales siguen buscando a Wilson, uno más del equipo y clave en este "milagro".
