Seguro la viste o escuchaste nombrar alguna vez. La corona de Cristo -también llamada espina de Cristo- es una planta nativa de Madagascar que llama la atención a primera vista por su conjunto de flores coloridas y espinas.
Ideal para tenerla en un jardín o en interiores bien luminosos, es una planta suculenta de crecimiento arbustivo, súper resistente y de fácil mantenimiento, que puede alcanzar los 150 centímetros de altura.
Pero lo mejor de todo, es que con un clima adecuado y los cuidados necesarios puede mantenerse en flor durante todo el año, decorando con encanto cualquier rincón de la casa.
Euphorbia Milli (su nombre científico) forma parte de la familia Euphorbiceae y el nombre vulgar "corona de Cristo" hace referencia a la que se le impuso a Jesucristo antes de su ejecución. Incluso algunas teorías aseguran que podría ser la planta usada para fabricar el artefacto.
Esta planta posee tallos que finalizan en una roseta de hojas, espinas son rectas y delgadas de hasta tres centímetros, y hojas verdes y pequeñas. Por otro lado, sus flores son penduladas y dentadas; y pueden tener diversos tonos de color, yendo del amarillo al rojo.
Como si fuera poco, la corona de Cristo también es muy usada por el Feng Shui en algunos países de Asia, ya que a pesar de la asociación que se hace con la muerte de Jesucristo, se tiene la creencia de que atrae la buena suerte al hogar.
Cuidados
- Luz y ubicación: si bien puede crecer en espacios luminosos, se recomienda que reciba sol directo al menos durante tres horas diarias para potenciar su floración.
- Temperatura: las ideales oscilan entre los 20 °C y los 35 °C. Es clave evitar todas aquellas inferiores a 5 °C, ya que podría no resistirlas.
- Riego: moderado, el truco está en hacerlo únicamente cuando la tierra de arriba esté completamente seca, ya que se trata de una planta que se caracteriza por ser súper resistente a las sequías y capaz de sobrevivir largos meses sin agua.
- Sustrato: es fundamental que cuente con un buen drenaje (similar al que se utiliza para los cactus), ya que no tolera los encharcamientos.